En los próximos dos meses, la Asociación de AFP (AAFP), liderada por Guillermo Arthur, espera entregar su diagnóstico y soluciones para mejorar las pensiones a los candidatos presidenciales: "No queremos ser los actores principales (...). De todas maneras, entregaremos nuestro diagnóstico y propuestas a los candidatos presidenciales y también las socializaremos".
Arthur explica que están estudiando algunas propuestas y que ya tienen varias: "El sistema debe tener modificaciones importantes, porque hay dos cosas que no se dieron como pensamos que ocurriría: expectativas de vida y densidad de cotización". En tanto, el gerente general de la AAFP, Francisco Margozzini, considera que estos cambios no terminarán en una sola reforma: "Va a ser un paquete de medidas que tendrá un efecto combinado".
Algunas de éstas podrían ser aumentar la tasa de cotización y fomentar el ahorro previsional voluntario, entre otras. Sin embargo, las AFP no han comunicado aún su propuesta para alcanzar estos desafíos. Arthur da algunas luces y advierte que un alza de tasa de cotización "resuelve parte del tema, porque beneficia a quienes están cotizando. El problema son quienes no lo están haciendo. Ahí hay que buscar con ingenio algún mecanismo para que el trabajador pueda llenar sus períodos sin cotización (lagunas)".
Entre las opciones está un financiamiento compartido del trabajador y el empleador o el Estado para ponerse al día aportando, por ejemplo, uno a uno. Otro punto que las AFP consideran crítico es la correlación que se da entre el tiempo que se cotiza y el monto de pensión que se obtiene. Esto apunta a que se definan años mínimos de cotización como requisito para pensionarse.
MAS INFORMACION
Arthur indica que el hecho de que el ahorro previsional sea a largo plazo "desgraciadamente" los lleva a tener una postura "muy pasiva y media conservadora (...). Las AFP le informan al trabajador 'usted cumplió tal edad, está en este fondo pero debería estar en tal otro'. Pero resulta más atractivo 'arranque rápido y póngase en el otro fondo'. Mea culpa siempre hay y estamos abiertos a ver cómo mejorar".
En tanto, Margozzini es claro: "Después de tantos años, el grado de conocimiento de los afiliados es muy bajo, y uno no puede menos que decir que, en esa línea, hemos estado mal. Hemos hecho muchos esfuerzos, pero tal vez han sido mal dirigidos". Arthur admite que han tenido déficit en el modo de informar: "Probablemente pudimos haber sido más eficientes, pero la información es como una corriente, que tiene dos lados. Cuando el afiliado bota la cartola sin abrir el sobre y la falta de interés ha sido por el permanente ataque al sistema: no sirve, no funciona", dice.