Los altos precios del petróleo pueden desbaratar la recuperación económica internacional, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que pidió hoy a la Opep que incremente la producción para frenar el encarecimiento del crudo.
En un análisis difundido por el períodico "Financial Times", la AIE indica que en el último año los costos derivados de la importación de crudo para los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) han pasado de US$200.000 millones a US$790.000 millones, debido al incremento del precio del petróleo.
Este aumento es equivalente a una pérdida de ingresos en torno al 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de la Ocde, según la agencia.
"Los precios del petróleo están entrando en una zona peligrosa para la economía global", dijo al diario Fatih Birol, economista jefe de este organismo internacional.
Manifestó que "las cuentas por la importación del petróleo se están convirtiendo en una amenaza para la recuperación económica. Es una llamada de atención para los países consumidores de petróleo y para las naciones productoras".
Los precios del crudo se han acercado en las últimas semanas a los US$100 por barril, impulsados por los crecientes indicios de que la recuperación económica se está consolidando.
Pese a la presión de la AIE, de momento la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) ha decidido mantener sus cuotas.
Hace un mes el ministro saudí del Petróleo, Ali Naimi, declaró que el objetivo del cartel es un barril entre los US$70 y los US$80 y que no está previsto que el grupo convoque una reunión extraordinaria para tratar el repunte actual de precios.
El economista jefe de la AIE indicó, no obstante, que "a nadie le interesa ver precios tan altos" y recordó que "los exportadores de petróleo necesitan clientes con economías saludables".
"Estos precios altos, antes o después, harán enfermar a las economías, lo que significaría una menor necesidad de importar petróleo", explicó este experto, quien añadió que "no sería una mala idea que los productores estén preparados para incrementar la producción y demostrar que estos precios no son buenos".
Sobre las naciones consumidoras, Birol argumentó que deben acelerar sus esfuerzos para reducir su dependencia petrolera, especialmente en el sector del transporte.
De acuerdo con el análisis de la AIE, la Unión Europea ha incrementado su cuenta importadora en este campo en US$70.000 millones en 2010, una cifra equivalente a la combinación de los déficit presupuestarios de Grecia y Portugal.
Birol advirtió también de que el porcentaje de los costes por importación de crudo en relación con el PIB, un dato clave sobre el impacto de los precios del petróleo en las economías, está cerca de los niveles registrados durante la crisis financiera en 2008.
Si los precios del crudo permanecen por encima de la barrera de los US$90 el barril el resto de 2011, ese porcentaje será para la UE del 2,1%, muy cerca del 2,2% que se alcanzó en 2008.
"Es una historia muy reveladora. 2010 hizo sonar la primera alarma y los niveles de los precios en 2011 podrían llevarnos a los mismos tiempos de crisis financiera que vimos en 2008", dijo Birol.