La agencia Moody's Investors rebajó este lunes la calificación de la deuda soberana de Japón en un escalón a A1 desde Aa3, citando una mayor incertidumbre sobre la capacidad del país para alcanzar su meta de reducción de deuda.

El anuncio envió brevemente al yen a un mínimo en siete años contra el dólar e hizo ceder los futuros de los bonos soberanos japoneses a 10 años en 10 puntos básicos.

La rebaja se produce menos de dos semanas antes de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, busque la reelección en una elección anticipada, donde sus políticas de estímulos económicos y la decisión de aplazar una segunda alza de impuestos a las ventas serán algunos de los temas clave de campaña.

"Es particularmente malo para Abe (la decisión de Moody's), porque la oposición lo puede atacar por esto antes de las elecciones", dijo Hiroshi Miyazaki, economista senior de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities.

La agencia de calificación estadounidense dijo que el panorama del país era estable.

Moody's dijo que si bien la decisión de Abe de retrasar la subida de impuestos prevista para el próximo año podía apoyar la economía en el corto plazo, hacía más difícil que Japón logre su objetivo de equilibrar su presupuesto para el 2020.

Tom Byrne, funcionario regional de crédito en Moody's, dijo que la rebaja de la calificación estaba muy vinculada a la decisión de Abe de aplazar hasta el próximo año un aumento al impuesto a las ventas, lo que hará más difícil para Japón alcanzar su meta de reducir el déficit presupuestario primario para el año fiscal 2020.

"Existe la preocupación de que la política fiscal en su estado actual no alcanzará las metas fiscales a largo plazo", dijo.

Horas antes del anuncio de Moody's, Abe había subrayado en un debate público televisado que Japón sigue comprometido con las reformas fiscales y que la política ultraflexible del Banco de Japón no apuntaba a monetizar la deuda pública.

Pero Moody's advirtió que los esfuerzos del Banco de Japón de lograr su objetivo de inflación del 2% a través de una agresiva impresión de dinero puede llevar al alza de los rendimientos de los bonos y elevar los costos de endeudamiento del gobierno.

La calificación A1 de Japón está un escalón menos que la de China y cuatro más abajo que la de Estados Unidos y Alemania, que han mantenido sus altas calificaciones Aaa.

La deuda pública de Japón, dos veces el tamaño de su economía, es más grande que la de Italia o cualquier otro país de la zona euro con problemas.

El gran ahorro interno del país ha financiado la mayor parte de la deuda hasta el momento, aunque los analistas advierten que el rápido envejecimiento de la población mermará esos ahorros en los próximos años.

"La consolidación fiscal será cada vez más difícil de lograr a medida que pasa el tiempo dado el creciente gasto público, particularmente para los programas sociales asociados a una población que envejece rápidamente", dijo la agencia de calificación.