No sólo las materias económicas, la seguridad ciudadana o la nueva Constitución llenarán la agenda del Presidente que salga electo este domingo entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier.

La denominada "agenda valórica", concepto acuñado durante la administración de Michelle Bachelet, será un tema en el que la ciudadanía y el nuevo Congreso -al cual se integrará una extensa bancada del Frente Amplio- exigirán avances y respuestas.

Aborto

A pesar de que el proyecto que despenaliza la interrupción del embarazo en tres causales (riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación) se aprobó durante este gobierno y ya es ley, la iniciativa estuvo presente durante toda la campaña y en los debates presidenciales.

Mientras que Guillier respalda la ley impulsada por Bachelet y no pretende realizar ningún cambio, el panorama para el candidato de Chile Vamos se ve más complejo.

Hasta ahora, Piñera no ha manifestado su intención de realizar un cambio explícito a la ley. Sin embargo, se ha mostrado como un "defensor de la vida" y ha asegurado que "introducirá mejoras" a la norma.

"Vamos a facilitar y potenciar el acompañamiento a todas las mujeres que tengan embarazos vulnerables. Hoy día la ley contempla que sólo el Estado puede hacer acompañamiento financiado por recursos públicos. Creo que esa decisión no le corresponde al Estado, le corresponde a las mujeres y por eso vamos a facilitar que pueda haber acompañamiento y ayuda a las mujeres con embarazos vulnerables del Estado, pero también de la sociedad civil y que la mujer escoja, eso es una corrección", señaló el ex mandatario.

Sin embargo, Piñera debe enfrentar los cuestionamientos de los sectores más conservadores de la coalición que buscan derogar la ley o restringir alguna de sus causales.

Matrimonio igualitario y adopción homosexual

Otra de las materias que forma parte de la agenda valórica, es el proyecto de matrimonio igualitario impulsado por la Presidenta Bachelet y que se encuentra en trámite en el Congreso.

El candidato de la Nueva Mayoría ya mostró su respaldo a la iniciativa e incluso suscribió acuerdos con organizaciones de la diversidad sexual afirmando que el matrimonio igualitario con filiación - que permite que las parejas homosexuales puedan acceder a la adopción de menores- estará incluido en su programa de gobierno.

Por su parte, Sebastián Piñera descartó su respaldo al matrimonio igualitario manifestando que "en muchas materias el lazo, el vínculo que se produce dentro del matrimonio es más fuerte que el lazo y el vínculo que genera la ley en el AUC y ahí queremos perfeccionarlo, pero no son instituciones idénticas (…) No es lo mismo la relación que existe entre un hombre y una mujer que, por su naturaleza, se complementan para procrear y muchas otras materias, que una relación de amor que merece el mismo respeto, pero que no tiene esa misma naturaleza".

En cuanto a la adopción homoparental, el abanderado de Chile Vamos dejó abierta la alternativa. "El tema de los hijos es distintos, porque ¿qué se trata cuando buscamos la adopción? De proteger el interés superior del niño. Cuando un niño ha perdido su familia, ¿qué ha perdido? Un padre y una madre, entonces, ¿qué deberíamos intentar devolverle? Un padre y una madre (…) Si no es posible un padre y una madre, tenemos que abrirnos", aseguró, dejando claro que el juez será quien determine la familia con quien se quedará el menor.

Identidad de género

"Muchos casos se corrigen con la edad". Esta polémica frase de Sebastián Piñera en el debate presidencial de la Archi sobre los niños transgénero, fue suficiente para generar las críticas no sólo de su adversario sino también del gobierno y de las organizaciones de la diversidad sexual.

"Tenemos que hacernos cargo de esos casos pero en forma seria, responsable, no transformando que el género es prácticamente como la camisa que uno se la puede cambiar todos los días", acotó el ex mandatario.

Un día más tarde, Piñera rectificó sus dichos: "Afirmé, tal vez el verbo no fue el más correcto, que algunos casos de síntomas o señales de niños trans, posteriormente evolucionan y no se materializan. Y por tanto en esto hay que ser muy cuidadosos, respetar a esos niños en su dignidad, permitir que los padres se involucren, porque son los que mejor los pueden acompañar. Y siempre como gobierno proteger sus derechos y dignidad".

Por su parte, Alejandro Guillier aseveró que "las personas transgénero no están enfermas ni tienen defectos que 'se corrigen' con el tiempo. Son personas que demandan igualdad de derechos, una sociedad que los respete y un Estado que les facilite una vida digna".