Massimo Tartaglia, el hombre que agredió al primer ministro italiano Silvio Berlusconi al término de un mitin este domingo en Milán, aseguró hoy que actuó "en solitario" y que no es el "asesino de nadie".

Tartaglia, de 42 años y que desde hace 10 se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico, así lo aseguró a los investigadores, según fuentes penitenciarias referidas por los medios de comunicación italianos.

El agresor de Berlusconi permanece actualmente aislado en la cárcel de "San Vittore", de Milán, adonde fue trasladado tras atacar al mandatario con una reproducción en miniatura del Duomo (catedral) de la capital lombarda y que le causó heridas en el rostro, que obligaron a su hospitalización.

Tartaglia admitió ante el fiscal, al ser interrogado tras la agresión, que había actuado debido a una fuerte aversión por las políticas del partido del Pueblo de la Libertad, liderado por Berlusconi, y por las del primer ministro, según las mismas fuentes.

El agresor relató a los investigadores que asistió al mitin de Berlusconi pero se fue antes de que acabara porque no estaba de acuerdo con sus afirmaciones.

Sin embargo, mientras se dirigía a la boca del metro en la plaza del Duomo vio como un grupo de personas protestaban en contra de Berlusconi, momento en el que retrocedió y lanzó el 'souvenir' al jefe del Ejecutivo.

Está previsto que mañana se celebre la vista para decidir sobre la convalidación del arresto de Tartaglia, solicitada por el fiscal adjunto de Milán Armando Spataro.

El diario Corriere della Sera publicó hoy en su edición digital que los investigadores indagan entre las amistades de Tartaglia, para establecer si alguien pudo inducirle a cometer la agresión.

Por otro lado, la Fiscalía de Roma abrió hoy una investigación para identificar a los responsables de los grupos de la red social Facebook creados en apoyo a la acción de Tartaglia.

En esta línea, el ministro del Interior, Roberto Maroni, anunció hoy que estudia medidas para bloquear los sitios de Internet que fomenten la violencia, en referencia a esos grupos que aplauden la agresión.

Berlusconi presenta una lesión lacerocontusa interna y externa en el labio superior, que ha necesitado varios puntos, además de la rotura de dos dientes y una fractura en el tabique nasal, que no tendrá que ser operada.

El primer ministro, que fue ingresado en el hospital San Raffaele, de Milán, iba a ser hoy dado de alta, pero los médicos decidieron tenerlo una noche más en observación y mañana evaluarán de nuevo sus condiciones, informó el doctor Alberto Zangrillo.

El hospital informó, asimismo, de que difundirá el próximo boletín médico con la evolución de salud del mandatario mañana a las 10.00 hora local.

El presidente de la República, Giorgio Napolitano, por su parte, afirmó hoy en una entrevista con el telediario del canal de la televisión pública RAI2, que es necesario "parar" la "exasperación peligrosa" que atraviesa la política italiana.

"Tenemos que impedir que renazcan formas de violencia que Italia en un pasado no muy lejano ya ha conocido y que ha pagado duramente", manifestó Napolitano, al tiempo que añadió que "en un momento como este no tiene sentido que unos echen la culpa a los otros del clima (de tensión) que se ha creado" en el país.

Berlusconi recibió hoy la visita de numerosos políticos, entre ellos el presidente de la Cámara de los diputados, Gianfranco Fini y también de Pierluigi Bersani, líder del Partido Demócrata (PD) principal partido de la oposición.