Los Mundiales de Budapest llegaron a su fin. Entre natación, clavados, waterpolo y nado sincronizado, Hungría entregó 75 medallas de oro. Fue la primera vez sin Michael Phelps, el superhombre, que dejó el trono vacío. Uno en particular postulaba a llenarlo. Y no defraudó.
El también estadounidense Caeleb Dressel (20), en sus inicios aconsejado por el propio Tiburón de Baltimore, fue la gran estrella del Duna Arena. En total, siete oros. Ese registro, de hecho, iguala al de Phelps en citas planetarias. Estados Unidos puede estar tranquilo, porque la transición fue casi natural. Dressel, incluso, alcanzó a ganar dos oros en conjunto con Phelps en Río 2016 en los relevos de la velocidad. Ahora se cuelga los propios.
El floridano se subió siete veces a lo más alto del podio. Ganó los 50 y 100 libre, los 100 mariposa, la 4x100 libre, la 4x100 combinado, la 4x100 libre mixta y la 4x100 combinado mixta. Los últimos dos con récords mundiales. Su gran mancha fue el cuarto puesto en los 50 mariposa, pero no alcanza siquiera a empañar el desempeño de un nadador que a sus 20 años promete seguir cosechando éxitos y títulos.
Y si en hombres Dressel se llevó los flashes, en damas Katie Ledecky confirmó que en el crol no tiene rivales. O casi, si no es por el segundo puesto en los 200 libre, donde la italiana Federica Pellegrini le provocó perder la primera final individual de su vida. Fue una carrera enorme de la europea y una con mala estrategia de la norteamericana. De todas formas, los 200 no son su mejor prueba.
Mientras más larga la distancia, mejor se siente Ledecky, quien también con 20 años ganó 400, 800 y 1.500, 4x100 y 4x200 libre. En total, cinco oros y una plata. Esas dos grandes figuras, en conjunto, ganaron los mismos oros que el segundo país del medallero, China: 12.
Hubo otra nadadora que compitió en portadas con Ledecky: la sueca Sarah Sjöstrom se colgó tres oros: 50 y 100 mariposa y los 50 libre. Tuvo una caída: en la final de los 100 libre, donde perdió a manos de la estadounidense negra Simone Manuel, que rebatió una vez más los prejuicios de su raza en el agua. El premio de consuelo para Sjöstrom fue el récord planetario de la distancia, aunque lo logró en los relevos. No fue su única plusmarca. En las semifinales de los 50 libre también rompió el registro mundial. Hoy es la persona con más récords individuales en vigor. También posee las mejores marcas en los 50 y 100 mariposa.
En el resumen de Budapest 2017 no se puede dejar de mencionar al británico Adam Peaty, ganador de los 100 y 50 pecho. En esta última, el europeo hizo récord del mundo en las series clasificatorias y lo mejoró en la semifinal. También se colgó una plata en los 4x100 combinado.
No fueron muchos más los nadadores que se colgaron más de un oro en los Mundiales: el chino Sun Yang ganó los 200 y 400 libre; el estadounidense Chase Kalisz, los 200 y 400 combinado, y su compatriota Lilly King, en los 50 y 100 pecho (éstos con récord del mundo), el 4x100 combinado mixto y el 4x100 combinado femenino. La estrella local, Katinka Hosszú, venció en los 200 y 400 combinado, además de salir segunda en los 200 espalda y tercera en los 200 mariposa.
¿Sudamérica? Brasil fue el mejor, por lejos: Bruno Fratus, plata en 50 libre; Joao Gomes, plata en 50 pecho; Nicholas Santos, plata en 50 mariposa; la 4x100 libre masculina plata y Etiene Medeiros, oro en 50 espalda. En aguas abiertas, Ana Marcela Cunha ganó los 25 kilómetros y fue bronce en los 10 y los 5.
Chile, en tanto, tuvo en Kristel Köbrich a su mejor exponente, con un meritorio sexto lugar en la final de los 1.500 libre. Casi fue lo único.
Así se va Budapest. Con la piscina coronando a nuevos héroes. Aunque echando de menos a Phelps. El relevo de la cita lo toma Gwangju, Corea del Sur, en 2019.