El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, negó hoy las acusaciones de fraude en los comicios presidenciales del viernes en los que ha sido reelegido por amplia mayoría y aseguró que la victoria pertenece al pueblo de Irán.

En un discurso en la televisión estatal, Mahmoud Ahmadinejad, que calificó las elecciones de "justas", felicitó a todos aquellos que han trabajado en el proceso, porque en su opinión "han realizado una labor impecable".

"Unos 40 millones de personas han participado en unas elecciones totalmente libres. Es un enorme récord y un orgullo para todo el mundo", afirmó el presidente iraní, quien obtuvo el 64% de los votos, casi el doble que su más directo rival, el candidato aperturista Husein Mosaví

"A pesar de que los medios de comunicación extranjeros intentaron de forma continua y a través de métodos muy sofisticados torpedear esta campaña, el pueblo ha hecho una gran elección y ha creado una ética", sentenció.

AMENAZA PARA ISRAEL
El Gobierno israelí considera que la reelección de Mahmoud Ahmadinejad al frente de la Presidencia de Irán supone un "aumento de la amenaza iraní", aunque reconoce que no esperaba mucho de las elecciones en ese país.

"Si había alguna sombra de esperanza de cambio en Irán, la reelección de Ahmadineyad significa ante todo el aumento de la amenaza iraní hacía nosotros", apuntó el viceministro de Asuntos Exteriores, Danny Ayalón, en un comunicado.

En tanto, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, destacó que "el problema de Irán no es de naturaleza personal", sino que "nace de la política del régimen de Teherán".

La diplomacia israelí pidió nuevamente a la "comunidad internacional" que inste a Teherán a "detener de inmediato" su programa nuclear, que el Estado judío percibe como la principal amenaza a su existencia.