Mahmoud Ahmadinejad prestó hoy juramento a un segundo período como Presidente de Irán, haciendo un llamado a la unidad nacional y denunciando interferencia extranjera durante su discurso de aceptación ante el Parlamento.

Ahmadinejad tomó el juramento y prometió proteger la Constitución y las fronteras de Irán, pero su discurso de asunción tuvo un tono inusualmente suave para el belicosos líder iraní. Se enfocó en la política exterior, diciendo que la haría "más fuerte y con más planes nuevos efectivos".

"Por este medio juro por el Dios Todo Poderoso proteger al sistema de la Revolución Islámica y la Constitución; no escatimaré esfuerzos para salvaguardar las fronteras de Irán", enfatizó Ahmadinejad.

Incitó a la unidad y dijo: "Deberíamos aunar esfuerzos mientras avanzamos para cumplir nuestras metas".

Ahmadinejad no se refirió directamente a las manifestaciones masivas en la calle contra su proclamada victoria electoral, pero dijo que su gobierno "resistiría cualquier violación de la ley y la interferencia".

"No permaneceremos callados, no toleraremos falta de respeto, interferencia e insultos", señaló.

Ahmadinejad también prometió "desarraigar todas las fuentes de corrupción" y hacer avanzar la economía, diciendo que cree que puede "solucionar el problema del desempleo".

Hizo sólo una referencia vaga a occidente y Estados Unidos, a los que el grupo de Ahmadinejad acusa de respaldar las protestas callejeras.

"Algunos países no han reconocido las elecciones (los resultados) o extendido sus felicitaciones. No respetan los derechos de otras naciones, sin embargo, se reconocen como la vara de medir de la democracia", dijo Ahmadinejad.

"Nadie en Irán está esperando las felicitaciones de nadie", señaló Ahmadinejad, ante las ovaciones de los legisladores.

Antes del discurso de Ahmadinejad, el jefe de la judicatura de Irán, ayatolá Mahmoud Hashemi Shahroudi, urgió a Ahmadinejad a "no utilizar fuerza ... en asuntos menores".

Varios embajadores extranjeros, veteranos de la guerra Irán-Irak de la década de 1980 y líderes religiosos asistieron a la ceremonia.

OPOSICIÓN
La oposición iraní ha aseverado que Ahmadinejad robó el voto en la elección presidencial del 12 de junio y se han realizado protestas callejeras masivas que han sacudido el liderazgo religioso del país. Al menos 30 manifestantes han muerto en la insurrección.

Grupos opositores llamaron hoy nuevamente a sus partidarios para que tomaran las calles, coincidiendo con la ceremonia de asunción presidencial.

Cientos de policías fueron desplegados alrededor del Parlamento, mientras que una estación de tren subterráneo cercana estuvo cerrada al público.

En las calles cercanas al Parlamento, fuerzas de seguridad utilizaron bastones para dispersar a cientos de manifestantes que entonaban "Muerte al dictador", dijeron testigos. Algunos vestían poleras negras como símbolo de luto y otros vestían de verde, color del movimiento opositor.