El Presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, propuso hoy la formación de una asamblea integrada por el propio mandatario y sus colegas del denominado grupo 5+1 como herramienta para ejecutar las decisiones que se tomen en las negociaciones.

El mecanismo estaría apoyado por tres comités especiales, ya que Irán ha propuesto una negociación a tres niveles, explicó el presidente iraní, a quien cita la agencia semioficial de noticias local Fars.

"Estos comités aprobarán decisiones que se enviarían luego al consejo de representantes de los países que por su parte las remitirían, en caso de ratificarlas, a la asamblea de los líderes de los países", explicó.

Una vez que la asamblea de líderes aprobase estas decisiones, serían consideradas un compromiso global que debe ser aplicado, agregó.

Tras catorce meses de interrupción, Irán y el 5+1 integrado por los países miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania se sentarán este jueves a una misma mesa para tratar de retomar el diálogo nuclear.

Ahmadinejad volvió a insistir hoy en que su país no negociará su controvertido programa nuclear ni renunciará a lo que considera su "derecho inalienable" y subrayó que Teherán lo que espera es un giro en la postura de Occidente.

Además, reiteró que en su opinión, la negociación del jueves supone "una oportunidad excepcional para que (Occidente) cambie su actitud en el mundo y corrija su forma de tratar a las otras naciones".

"Este diálogo puede ser un examen para verificar si algunos gobiernos están dispuestos a aplicar la consigna del cambio", agregó el mandatario conservador, a quien también citó la agencia oficial de noticias local Irna.

El ambiente de las negociaciones ha quedado empañado tras la denuncia de Estados Unidos de que Irán ha engañado al mundo al empezar a construir "de forma clandestina" una nueva planta para el enriquecimiento de uranio.

Irán ha negado que estuviera actuando en secreto ya que decidió informar al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) cuatro días antes de que el presidente estadounidense revelara la existencia de la instalación, escondida bajo una colina.

Sin embargo, hasta el secretario general del OIEA, Mohamad El Baradei, se ha unido a la denuncia internacional al asegurar que el régimen iraní debería haber informado sobre sus planes con mucha mayor antelación.

"Se supone que Irán tenía que haberlo comunicado el mismo día en el que decidió edificar la planta. Y no lo hizo", dijo el diplomático egipcio a la televisión estadounidense CNN durante su actual visita a la India.

Según Ahmadinejad, apenas quedan 18 meses para que la nueva central entre en funcionamiento.

El embajador iraní ante el OIEA, Ali Saleh Sultaniyé, advirtió el sábado que la actitud de Occidente ante la nueva planta podría afectar "de forma negativa a las negociaciones".

Ante este cruce de acusaciones, y la insistencia de Teherán de que no hablará de su programa nuclear como quiere el 5+1, muchos auguran escasas posibilidades de éxito a la reunión de Ginebra.

El fantasma de nuevas sanciones internacionales a Irán planea ya sobre la cita en la localidad suiza, aunque responsables iraníes y occidentales siguen insistiendo en su "buenos deseos.

A este respecto, Ahmadinejad insistió en que su país está preparado para todo: "La nación iraní ha aprendido a sostenerse por sí sola durante los últimos treinta años", afirmó.

Estados Unidos y la comunidad internacional acusan a Irán de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro clandestino de naturaleza militar cuyo objetivo sería la adquisición de armamento atómico.