Desde principios de 2015, sumando ocho trimestres a la baja de manera consecutiva, el ahorro nacional viene reflejando los efectos nocivos de la profundización de la desaceleración económica. Así lo reflejaron las Cuentas Nacionales por institución del Banco Central, que, al primer trimestre del año, revelaron que este indicador registró su menor nivel desde 2003 (última fecha desde que hay registros) aterrizando en 19,7% del PIB, y -según expertos- se prevé que el ahorro bruto podría incluso seguir cayendo en lo que viene.

Así, durante el primer trimestre de 2017, el Banco Central detectó un retroceso de 0,4 puntos porcentuales (pp.) en la tasa de ahorro de la economía, explicado por una reducción del ingreso nacional disponible, sumado a un mayor consumo total. En este resultado, fue especialmente relevante la caída registrada en el ahorro del gobierno general (-0,7 pp.) cuyo ratio sobre PIB alcanzó apenas 0,5%, el punto más bajo desde la crisis financiera internacional, fenómeno que llevó la tasa de ahorro del primer trimestre de 2010 a 0,2% del PIB.

De acuerdo con Guillermo Pattillo, ex subdirector de Dipres, "lo que vemos no es una sorpresa, ya que la evolución de las cuentas fiscales muestra con claridad que el esfuerzo de ahorro del Fisco es cada vez menor". En este sentido, remarcó que esta "es parte de las herencias negativas que dejará el gobierno y obliga a endeudarse para sostener la necesidad de financiamiento".

A su vez, Cristóbal Gamboni, economista de BBVA Research, explicó que "durante el primer trimestre de 2017 el gasto del gobierno central contribuyó a un mayor déficit, mientras que los municipios y universidades del Estado también pudieron disminuir su ahorro en el período". Además, Gamboni destacó la caída del ahorro de las empresas no financieras (0,2 puntos menos, hasta 11,5% del PIB), remarcando que "este es el síntoma de una economía desacelerada los últimos años, que podría llevar incluso a tasas menores".

Deuda de los hogares

Otro dato que refuerza el peor desempeño reciente de la economía es el ratio de deuda sobre ingresos de los hogares, que al llegar a 68,5%, alcanzó su mayor peak histórico desde que el BC entrega esta cifra (2003). De esta manera, la deuda de los hogares sigue rompiendo récords consecutivamente desde inicio de 2015, en mayor medida influido por el incremento de los préstamos bancarios para la adquisición de viviendas.

Frente a esta evolución, Antonio Moncado, economista de BCI Estudios, aseguró que el BC "no ha emitido una advertencia de riesgo relevante por el crecimiento de deuda de los hogares", agregando que "esto es porque existe un aumento más bien cíclico, que nace del menor crecimiento del salario y tasas de interés bajas que compensan la necesidad de financiamiento". Afirmó que el mercado se ha corregido mediante "cierto nivel de precaución en el crecimiento de la oferta de crédito", y que no se ha observado un alza preocupante en la morosidad.

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