El desarrollo en los últimos años de una política que incentiva los proyectos de energías renovables no convencionales ha permitido que Chile se convierta en un destino de categoría internacional para este tipo de inversiones, especialmente los enfocados en energía solar y eólica. Así lo aseguró la Agencia Internacional de Energía (AIE), que presentará hoy la segunda revisión en profundidad de las políticas energéticas del país.

En su informe, el organismo aseguró que la nación "ha surgido como un destino de clase mundial para la inversión en energía renovable variable", particularmente la proveniente del sol y del viento.

Paul Simons, ex embajador de Estados Unidos en Chile y actual subdirector ejecutivo de la AIE, manifestó que, desde la anterior revisión, en 2009, "ha habido una tremenda mejora en la seguridad eléctrica de Chile por las inversiones que se han hecho, pero también por algunas leyes y nuevas políticas que se han implementado".

En cuanto a las inversiones, el experto destacó la diversificación de la matriz eléctrica con la expansión de las energías renovables no convencionales y la interconexión de los sistemas eléctricos Sing y SIC. Respecto de los avances institucionales, Simons mencionó la creación en 2010 del Ministerio de Energía y de la Agencia de Eficiencia Energética y la elaboración, cinco años después, de la Política Energética 2050.

Sobre este último punto, el especialista aseguró que el plan incluye metas "muy ambiciosas, pero también son prácticas, son cosas que la gente puede entender".

Sugerencias

Si bien resaltó el progreso que ha mostrado el país en materia energética, la Agencia estima que todavía hay espacio para seguir mejorando.

"Las perspectivas de Chile para explotar su vasto potencial para la energía solar y eólica son radiantes, pero para integrar mejor y de manera exitosa estas fuentes de energía variable se requerirá inversiones en redes, almacenamiento y capacidad flexible, así como un diseño de sistema inteligente", sostuvo el reporte.

A juicio de Simons, uno de los elementos que se debe fortalecer en el futuro es la eficiencia energética. Actualmente, las políticas son voluntarias y la recomendación de la AIE es que el país adopte estándares obligatorios de desempeño energético en distintos sectores, como vehículos, electrodomésticos y edificios.

La autoridad precisó que la eficiencia energética no sólo es relevante para la seguridad eléctrica, sino también para lograr las metas domésticas para combatir el cambio climático.

Otro de los desafíos que enfrenta el país es tener un sistema más flexible, lo que supone levantar más líneas de transmisión.

Además, se sugiere incorporar redes inteligentes y desarrollar la capacidad de almacenamiento.