La empresa AIM Fútbol fue creado en mayo de 2008. "Se especializa en la representación de deportistas profesionales", reza su descripción en su sitio web, manejada por el empresario español Alejandro Santiesteban.
Su primera "gran" transacción fue cuando en junio de 2012 transfirió al volante Bryan Rabello de Colo Colo al Sevilla, club que sólo pagó US$ 400 mil a Blanco y Negro por los derechos de formación del jugador.
Desde AIM acusaron a ByN de dilatar la firma de contrato profesional del volante. "Queremos aclarar que si Carlos Tapia (ex presidente albo) y Juan Gutiérrez hubiesen llegado antes a negociar con nosotros, Bryan se quedaba en Colo Colo", explicó en su momento Arturo Jiménez, socio de Santiesteban.
AIM actualmente representa a más de 30 jugadores profesionales. Su fuerte está en el nicho de aquellos futbolistas que promedian los 20 años. Por eso no extraña que entre sus registros figuren varios que fueron al Mundial Sub 20 de Turquía, como Igor Lichnovsky, Nicolás Maturana y Nicolás Castillo.
También representan a Matías Fernández, Marcelo Díaz, David Pizarro, entre otros.
"Estoy con AIM desde hace cuatro años. Ellos me ayudan en todo lo que necesite. Me ayudan en marcas deportivas, en transporte y también tienen sicólogos", explica el defensa de Colo Colo Matías Gutiérrez (18 años).
Roberto Bishara (33) también es representado por esta empresa: "A ellos los conozco hace mucho tiempo. De hecho, veraniaba con Arturo e Ignacio Jiménez desde cuando era niño y pese a que no tengo ningún papel firmado que diga que me representan, el trato es de palabra. Mejor dicho, cuanto necesito un consejo o un abogado, me ayudan", dice "Tito", quien no cree que AIM esté presionando a Castillo. "No creo que eso suceda", asegura el zaguero de Palestino.