"Nesecitamos ayuda" (textual), "manden leche" o simplemente la palabra "agua". Son algunos de los mensajes de auxilio escritos en la tierra para ser vistos desde el aire por habitantes de localidades aisladas de la zona costera de la VIII Región, luego del terremoto del sábado pasado.

Estos desesperados llamados de alerta han sido vistos desde helicópteros de la Fuerza Aérea de Chile (Fach), que realizan sobrevuelos en aquellas regiones devastadas para entregar ayuda.

El viernes pasado, los pilotos que regresaron de sus recorridos al aeropuerto Carriel Sur, de Concepción, relataron que las letras habían sido formadas sobre el suelo con ramas secas, troncos o escombros en un sector de la costa de Curanilahue, al sur de Concepción. Las principales necesidades eran alimentos, especialmente harina para fabricar pan.

Por ello, el general de brigada, Leopoldo Moya, informó que se dispuso que los pilotos marquen en su hoja de ruta los puntos donde han visualizado esas señales, "para llevarles a esos compatriotas la ayuda lo antes posible". Muchas de estas marcas estaban situadas junto a carpas donde se alojaban los lugareños.

En esa región se desarrolla el puente aéreo con ayuda debido a que aún queda una importante parte del territorio afectado sin abastecimiento de comida, agua ni atención médica. Durante esta semana se han distribuido 44 toneladas de víveres en promedio al día, completando un total de 310 toneladas hasta ayer.

La institución cuenta con 12 helicópteros que operan a jornada completa, cuatro aviones Twin Otter y aeronaves destinadas al traslado de carga mayor.

Además, la entidad dispuso de un hospital de campaña en Curanilahue con capacidad para 50 personas.

Víctor Drake, piloto y comandante de ese grupo de operaciones, sostuvo que "lo bueno de todo esto es que la huella de señales es bastante visible desde el aire", por lo que así se puede determinar quiénes deben recibir la ayuda. También se han efectuado vuelos en el Maule.

TERRITORIO AMPLIO
Pese a las intensas labores, el puente aéreo aún no logra cubrir toda el área comprendida por la catástrofe. "Aquí (en la VIII Región) hay un área general con una geografía muy accidentada. Puedo decir que hay villorrios tan chicos que uno a veces no sabe ni cómo se llaman y no aparecen en las cartas de navegación. Por eso no puedo precisar cuál es la superficie que se ha cubierto. No obstante, estoy seguro de que hemos alcanzado un buen nivel con la labor de apoyo que hemos desarrollado hasta ahora", dice Moya. Muchas de esas localidades se encuentran desabastecidas debido a que no hay conectividad por daños en caminos y puentes.

Para apoyar a las fuerzas chilenas, el viernes pasado llegaron al país dos helicópteros Black Hawk desde Brasil, los que se unirán a una nave chilena del mismo modelo y que permitirán duplicar la capacidad de entrega. Ayer, los dos aparatos hicieron varios vuelos consecutivos a la comuna de Llico, en la VII Región,  donde entregaron alrededor de 10 toneladas de alimentos.