Al menos once personas han muerto y 1.500 fueron desplazadas a causa de las violentas protestas contra el gobierno etíope en el estado de Oromia, informaron hoy fuentes oficiales.

Mediante mensajes de texto, personas aún no identificadas convocaron el pasado viernes acciones contra el mandato en Buno Bdele (Elubabor), en el suroeste del país, lo que derivó en enfrentamientos étnicos, indicó el portavoz de la región de Oromia, Addisu Arega, en un comunicado.

Aseguró que las fuerzas de seguridad regionales y los ancianos de la localidad trabajan para que la zona recupere la calma y para reasentar a los desplazados que huyeron a los distritos vecinos el pasado fin de semana.

"Varias personas sospechosas de participar en la violencia, matar personas y dañar propiedades han sido arrestadas por la policía de Oromia y actualmente están bajo investigación", añadió Addisu en una nota en su cuenta de la red social Facebook.

Por su parte, activistas de etnia oromo que organizaron varias protestas en distintos puntos de la región en los últimos meses culparon a los agentes de seguridad de los incidentes, quienes, según ellos, instigaron los asesinatos étnicos y la quema de casas para empañar la protesta popular que estaban celebrando.

El Gobierno regional de Oromia también cree que el asesinato de personas de etnia amhara -la segunda del país- en Buno Bdele es un acto de "buscadores de rentas" para crear caos en la región, apuntó Addisu.

Los oromo y los amhara, que suponen más del 70 % de la población etíope, se enfrentan en protestas contra el Gobierno central, al que acusan de estar dominado por la etnia tigray, que representa el 5 % y que vive en la región septentrional de Tigray, en la frontera con Eritrea.

En los últimos días, informes locales aseguran que hay división interna en el gobernante Frente Democrático Revolucionario Etíope (EPRDF), una coalición de cuatro partidos regionales de distintas etnias.

En las últimas semanas, el conflicto entre los oromo y los etíopes de etnia somalí ha causado también decenas de muertes y el desplazamiento de miles de oromo.

Las manifestaciones del pueblo oromo comenzaron en noviembre de 2015 para protestar por un plan de expansión urbanística de Adis Abeba en tierras de Oromia, que rodean a la capital etíope.

Los oromo, un pueblo tradicionalmente agrícola y seminómada, se alzaron entonces contra lo que consideraban una amenaza a sus medios de vida.

Además, la región alega estar marginada y reclama desde hace tiempo un mayor autogobierno, recursos y representación política, libertad y respeto de la identidad étnica.

Las protestas culminaron el 8 de octubre de 2016 con la declaración del estado de emergencia, levantado el pasado agosto.

La Comisión de Derechos Humanos de Etiopía informó recientemente al Parlamento de que 669 personas fueron asesinadas solo entre agosto de 2016 y marzo de 2017 y señaló que los servicios de seguridad hicieron, en algunos casos, un uso excesivo de la fuerza.