Tras los incesantes asedios de las tropas del líder libio Muammar Gaddafi sobre Misrata, ciudad que se ubica a unos 200 kilómetros al este de Trípoli, han muerto en los últimos nueve días, 124 personas y 284 han resultado heridas.
Así lo advirtió el portavoz de los rebeldes libios Ahmad Jalifa, en una conferencia de prensa en Bengasi. "Hay una gran crisis en Misrata", dijo Jalifa, al subrayar que entre los heridos hay cincuenta casos graves que necesitan ser operados urgentemente.
Explicó, además, que ayer llegó al puerto de Misrata un barco con ayuda humanitaria procedente de Italia.
También el lunes, sobre las 23.30 horas locales, un bus procedente de Trípoli y con 24 personas vestidas de civiles llegó a Misrata, pero sus intenciones eran diferentes.
"Mataron a tres personas y causaron heridas a otras seis -denunció Jalifa-. Esto demuestra las intenciones del Gobierno cuando Gaddafi dice que manda convoyes pacíficos" a ciudades del este.
Además, "todavía hay francotiradores en las azoteas de los edificios y ayer al menos seis personas perdieron la vida por sus disparos", subrayó el portavoz rebelde.
Jalifa señaló que los leales al líder libio intentaron atacar sin éxito la sede de una radio local, pero solo dañaron un edificio colindante sin causar víctimas. Asimismo, anunció que el lunes los rebeldes consiguieron capturar a un coronel de las fuerzas de Gaddafi y a tres mercenarios.