Al menos 18 personas, entre ellas 14 extranjeros, murieron en un ataque armado a un hotel de lujo de Kabul, reivindicado por los talibanes y que terminó este domingo tras doce horas de resistencia por parte de un comando armado.
"Catorce extranjeros y cuatro afganos resultaron muertos", declaró el portavoz del ministerio del Interior, Najib Danish, a la cadena Tolo News, sin precisar las nacionalidades.
El anterior balance anunciado era de solamente seis muertos, aunque esta cifra no parecía proporcional a la violencia del ataque.
Un comando de media docena de personas penetró en el hotel -propiedad del Estado afgano y que no está relacionado con la cadena internacional Intercontinental- poco después de las 21.00 horas del sábado, provocando una explosión para abrirse camino antes de disparar.
Los agresores dispararon contra los clientes y el personal, antes de parapetarse en los pisos del hotel, manteniendo en ellos a varios rehenes.
El ataque terminó solamente 12 horas más tarde una vez que todos los asaltantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.
El ataque fue reivindicado por los talibanes. "El Hotel Intercontinental fue atacado anoche. El ataque fue llevado a cabo por cinco muyahidines dispuestos al martirio", declaró el portavoz de los talibanes, Zabiulá Mujahid, en un comunicado.
El portavoz talibán afirmó que el hotel estaba "lleno de invasores estadounidenses y de otras nacionalidades", y que en el ataque murieron "decenas" de estos extranjeros.
"El ataque ha terminado, todos los asaltantes fueron abatidos, 126 personas fueron rescatadas, incluidos 41 extranjeros", anunció el portavoz ministerial Danish, que aludió a un comando de seis hombres, y no a cuatro como se había indicado anteriormente.
Ucrania anunció el fallecimiento de "varios" de sus ciudadanos, sin precisar el número, y la compañía aérea afgana Kam Air lamentó "dieciséis desaparecidos entre los 42 miembros de su personal que se hallaban en el hotel, entre ellos pilotos y tripulantes", explicó a la AFP su presidente, el capitán Samad Usman Samadi.
Al producirse el ataque, se cortó la electricidad en el barrio del hotel, ubicado en una colina del oeste de Kabul. El lugar estuvo sumido en la oscuridad, excepto por las altas llamas que emergían del techo, a causa de un incendio provocado por los atacantes.