Al menos 2.000 presos han sido atendidos en cinco cárceles de El Salvador tras sufrir vómitos y diarreas tras el almuerzo y la cena de este viernes.
Los reclusos, que permanecen en las cárceles de las localidades de La Unión, Ciudad Barrios, San Miguel, Usulután y Jucuapa. Hasta el momento no ha sido necesario su traslado a centros hospitalarios, informaron hoy fuentes de prisiones.
Isabel Estrada, de la Unidad de Vigilancia a la Salud de Centros Penales, explicó que los afectados reciben tratamiento para infecciones bacterianas, y añadió que esperan conocer los resultados de los exámenes practicados a las muestras de comida y a los enfermos para informar de las posibles causas de esta emergencia.
Cifras de la Dirección de Centros Penales señalan que las cárceles de El Salvador albergan a 24.631 reos, lo que supone que operan con un hacinamiento de casi el 300 por ciento.
El año pasado, el relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de Libertad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Rodrigo Escobar, advirtió de las "serias deficiencias estructurales" en las cárceles del país, entre otras la "alimentación de muy mala calidad" que reciben los reos.
"Cada uno tiene que tener, como ellos dicen, un 'trasto'; entonces se las entregan (la comida) ahí revuelta y ellos tienen que comer con las manos, se las sirven realmente como a animales", describió el relator en una conferencia de prensa, y estimó que servirles en una forma digna no supone un gasto adicional para el Estado.