Los cuerpos mutilados de 14 personas fueron encontrados en un vehículo, en una de las principales calles de Nuevo Laredo, en el noreste de México, lo que eleva a 23 los cadáveres encontrados hoy en dicha ciudad, informaron fuentes oficiales.
Los restos humanos, sin cabezas, fueron encontrados en bolsas negras dentro de una camioneta estacionada frente a la sede de la Asociación de Agentes Aduaneros, señaló una fuente de la fiscalía del estado de Tamaulipas.
En tanto, 14 cabezas que se presume corresponden a los cuerpos mutilados fueron encontradas en hieleras abandonadas cerca del municipio de la urbe, fronteriza con Estados Unidos y ubicada en Tamaulipas.
Estos hallazgos se producen sólo unas horas después de que militares encontraran esta madrugada los cuerpos de nueve personas, cinco hombres y cuatro mujeres, colgados de un puente, con señales de tortura y los ojos vendados.
Los presuntos autores de las 14 muertes no dejaron mensajes, mientras que los responsables del asesinato de las personas colgadas en el puente ubicado en el cruce de la carretera nacional y el bulevar Luis Donaldo Colosio sí lo hicieron.
A través de una manta, presuntos miembros de la organización criminal de Los Zetas se atribuyeron los asesinatos de supuestos miembros del Cártel del Golfo por "calentar la plaza" y atraer la atención de las fuerzas de seguridad con atentados.
Según el mensaje, las víctimas eran supuestas responsables del ataque con explosivos contra la sede de la Policía municipal registrado el 24 de abril pasado.
Los Zetas amenazan con acabar con sus rivales del Golfo, que al parecer se aliaron con el cártel de Sinaloa para arrebatarles el control de la ciudad.
El 17 de abril también fueron hallados 14 cuerpos descuartizados en un vehículo estacionado a un costado de la Alcaldía de Nuevo Laredo con un mensaje presuntamente firmado por Joaquín "el Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, que anunciaba su llegada a la ciudad para limpiarla de Zetas.
El recrudecimiento de la violencia en Nuevo Laredo, un bastión de Los Zetas, está relacionado con una mayor presión de las autoridades contra líderes de ese grupo criminal y los enfrentamientos entre los cárteles rivales.
El Ejército mexicano asumió desde hace un año las labores de seguridad pública en la urbe debido a la corrupción de las policías que actuaban en la zona.