Al menos 23 muertos y más de 79 heridos fue el saldo de un atentado suicida con auto bomba contra la sede de un organismo religioso chiita en pleno centro de Bagdad. El ataque, que desplazó la fachada del edificio, es el más letal en el país en tres meses, informaron las autoridades.
La explosión también destruyó los cristales cercanos y dañó algunos autos en el área céntrica de Bab al-Muadham, dijeron dos policías. Los bomberos buscaban sobrevivientes entre los escombros de la construcción de tres pisos.
En aparente represalia, un obús de mortero cayó cerca de la oficina principal de asuntos religiosos sunitas en el noreste de Bagdad más tarde, pero no provocó daños ni lesiones.
En los últimos años la violencia ha disminuido mucho en Irak, pero aún suelen ocurrir ataques contra oficinas gubernamentales e integrantes de las fuerzas armadas, en un intento por socavar a la coalición gobernante sunita. La explosión se produjo en momentos de una larga parálisis política causada por tensiones sectarias.
Adel Ahmed, un empleado del Departamento de Salud de Bagdad, dijo que leía un periódico en su oficina cerca del edificio de asuntos religiosos cuando escuchó la explosión, aproximadamente a las 11 de la mañana.
"El techo cayó sobre mi cabeza. Tuve heridas ligeras en la cabeza y me caí", relató Ahmed a The Associated Press en una entrevista telefónica. Dijo que llegó hasta el lugar de la explosión y vio a gente herida que gritaba pidiendo ayuda. "La vista era horrible", agregó.
El edificio dañado albergaba la así llamada fundación chiita, un departamento que supervisa los asuntos religiosos de esa rama del islam, lo cual incluye sitios sagrados y mezquitas en todo Irak.
El ataque del lunes fue el más letal en Irak desde el 5 de marzo, cuando agresores que ondeaban la bandera de combate de Al Qaeda balearon a 25 policías en el poblado de Haditha, en el oeste de Irak. La semana pasada, una serie de explosiones mató a 17 personas en Bagdad y a una en el poblado norteño de Mosul.