Los ataques de tres supuestos aviones no tripulados estadounidenses causaron la muerte de al menos 24 militantes en la región del noroeste pakistaní de Khyber, sobre la frontera con Afganistán, sumando cuatro ataques en dos días.

Estados Unidos ha ampliado este tipo de incursiones en Pakistán este año, pero casi todos ellos han sido en la región tribal de Waziristán del Norte, un conocido refugio de militantes de Al Qaeda y talibanes. Los operativos en Khyber son inusuales, pero es hogar de Lashkar-e-Islami, una organización militante a veces aliada con los talibanes pakistaníes, pero que a menudo se enfrenta con otros grupos. Los ataques de hoy en el valle de Tirah ocurrieron con horas de diferencia.

"Tenemos reportes iniciales de unos 24 militantes sospechosos muertos hoy en tres ataques", dijo un funcionario de inteligencia en la región. Otra fuente de inteligencia confirmó la cifra, diciendo que cuatro supuestos militantes murieron en el tercer ataque. No pudo ser verificado inmediatamente por fuentes independientes que todos los muertos fueran militantes, quienes a menudo rechazan los números oficiales en ese tipo de ataques.

Un ataque similar el día anterior dejó siete supuestos extremistas muertos en la misma región.  Las aeronaves no tripuladas estadounidenses han atacado a los militantes de Al Qaeda y talibanes en los últimos años en las zonas anárquicas tribales de Pakistán en la frontera afgana, pero este año hubo un aumento de este tipo de operativos.

Los analistas esperan que esta incursión aérea continúe e incluso se incrementen después de que la administración de Obama presentara el jueves su estrategia para Afganistán, donde las tropas de la OTAN, dirigidas por Estados Unidos, están combatiendo con la insurgencia talibán.

Estados Unidos dice que Pakistán debe combatir con más dureza a los extremistas que están junto a la frontera que cruza hacia Afganistán y atacan a las tropas lideradas por Estados Unidos que combaten a los talibanes.

Mientras combate contra los extremistas, Pakistán se prepara para la violencia sectaria durante el Moharram, el mes sagrado para los musulmanes chiíes, que se está celebrando actualmente.