En un doble atentado en Ramadi, en el oeste de Irak, contra el gobernador de la provincia de Anbar murieron hoy al menos 30 personas y otras 50 resultaron heridas, confirmó la policía de esta capital provincial, que está ubicada a 110 kilómetros de Bagdad.

El gobernador Qassem Mohammed resultó herido en una de las dos explosiones y fue trasladado a Bagdad en un helicóptero militar.

Un extremista hizo estallar por los aires el vehículo que conducía en un céntrico cruce de calles de Ramadi frente a la sede del gobierno provincial.

El gobernador Mohammed se apresuró a acercarse al lugar del atentado con su gabinete. Cuando llegó al lugar, uno de sus guardaespaldas detonó un chaleco explosivo. La detonación hirió a dos diputados provinciales.

Según las fuerzas de seguridad y varios testigos, entre los muertos había civiles y agentes de policía.

La televisión satelital de la provincia de Anbar desmintió las primeras informaciones de Al Irakiya de que el gobernador había muerto en el atentado, el más sangriento del año en la provincia.

La provincia de Anbar estaba considerada hasta hace un año y medio como bastión de los extremistas sunitas. Pero con la incorporación orquestada por el Ejército estadounidense de las milicias sunitas a las fuerzas de seguridad de la provincia, la situación en la región se calmó.

No obstante, extremistas sunitas y comandos de Al Qaeda en Irak siguen atacando puestos y patrullas de las milicias pro estadounidenses.