Al menos 30 personas murieron cuando un potente auto bomba explotó en el área de Gwari, en el estado nigeriano de Kaduna al norte del país, según informó una fuente de la policía.
El oficial, que no estaba autorizado a hablar en público, confirmó a la agencia Xinhua que trabajadores de emergencia, desplegados en el lugar de los hechos, estaban trasladando a los muertos y heridos.
La explosión, se produjo en una zona comercial y de transportes y afectó sobre todo a los conductores de moto-taxis estacionados en la zona.
"Puedo ver cerca de 20 moto-taxis cómo arden, retorcidos por la explosión, y estoy convencido de que sus dueños no han logrado sobrevivir al impacto. Los servicios de emergencias están recogiendo restos humanos en la inmediaciones", afirmó un periodista local contactado por Efe en la escena.
Aún se desconoce la autoría del atentado, aunque EEUU y Reunio Unido alertaron esta semana de que la secta islamista Boko Haram, responsable de los atentados de Navidad de 2011, que causaron al menos 40 muertos, planeaban ataques contra comunidades cristianas durante la Semana Santa.
La iglesia más cercana al lugar de la explosión, no obstante, está a unos 500 metros del lugar.
"Es posible que los terroristas detonaran la bomba antes de tiempo, en tránsito hacia las iglesias cercanas, la Iglesia Evangélica de Africa Occidental y la Iglesia de las Asambleas de Dios", explicó un periodista local.
La ciudad de Kaduna, que está divida entre musulmanes y cristianos, celebra hoy servicio religioso del Domingo de Resurrección. Boko Haram lucha por instaurar la ley islámica ("sharia") en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, mientras que el sur del país es predominantemente cristiano.
Con unos 150 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.