Al menos 30 personas murieron hoy en Siria a causa de los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del régimen de Bashar Assad, en el décimo viernes consecutivo desde que comenzaron las protestas, según denunciaron personeros de oposición y de organizaciones de derechos humanos, lo cual fue rechazado por el gobierno.
Cinco ciudades asediadas hace semanas fueron vigiladas con tanques del ejército y varios barrios de la capital, Damasco, tuvieron con intermitencias agua, electricidad e internet.
La televisión estatal negó lo que definió "mentiras difundidas por los medios extranjeros" y aseguró, a través de sus corresponsales en distintos puntos del país, que la "situación es tranquila". Agregó que las "marchas de fieles se desarrollaron a la salida de las mezquitas" y que "las fuerzas de seguridad se comportaron de modo civil con los manifestantes".
El conductor invitó varias veces a los espectadores a no creer en las "mentiras" difundidas por Al Jazeera y Al Arabiya, y el canal en árabe de la BBC.
Al día siguiente del pedido enfático del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la cúpula de Damasco, hoy en Bruselas se confirmó que el lunes próximo los representantes de la Unión Europea debatirán la formalización de sanciones contra Siria. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, excluyó cualquier intervención de la Alianza Atlántica en territorio sirio, como sucede en Libia en contra de Muammar Gaddafi.
"Siria debe decidir muy pronto si elige el camino del cambio y las reformar, o aislarse de la comunidad internacional", afirmó el canciller italiano, Franco Frattini.