Al menos 42 personas murieron hoy y otras 141 resultaron heridas tras una oleada de atentados perpetrados en diferentes puntos de Bagdad y en varias localidades iraquíes, informaron diversas fuentes, según cita Efe.

Esto ocurre en momentos en que crece la tensión entre algunos partidos políticos y el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, acusado de querer instaurar una nueva dictadura.

Se trata del balance más elevado desde el 20 de marzo, cuando 50 personas murieron en una serie de atentados perpetrados en todo el país, apunta a su vez AFP.

Esta jornada y sólo en algunas horas 14 autos bomba y 11 explosivos más estallaron, mientras tenían lugar tres atentados suicidas y un ataque armado,  según fuentes policiales y médicas.

En Bagdad, donde murieron 11 personas, el atentado más espectacular fue  realizado contra el convoy del ministro de Salud, el kurdo Magid Hamad Amin. El  ministro salió ileso, pero dos transeúntes murieron y nueve personas resultaron  heridas, incluyendo a cuatro guardaespaldas de Magid Hamad Amin.

En Baquba, a 60 km al noreste de la capital, un kamikaze hizo estallar los  explosivos que llevaba en su chaqueta en la casa de un oficial de policía,  causando la muerte del oficial y de cuatro familiares, según el ejército.

En la región de Kirkuk, a 240 km al norte de Bagdad, estallaron seis bombas  delante de los domicilios de los principales jefes tribales y de miembros de  las fuerzas de seguridad, causando la muerte de cinco personas, incluyendo a un  comandante del ejército.

También hubo atentados en Samarra, a 110 km al norte de Bagdad y Ramadi, con varios muertos.

La tensión está puesta sobre el premier Maliki, quien  ocupa el cargo desde 2006 y es también actualmente ministro de Defensa y del  Interior. "Irak se orienta hacia una catástrofe, una vuelta a la dictadura", había  declarado a principios de abril el dirigente kurdo Masud Barzani.

A mediados de abril, varias formaciones políticas acusaron a Maliki de  haber propiciado la detención del jefe de la comisión electoral, lo cual fue  desmentido por el primer ministro.

Para un diputado de la coalición laica Iraqiya, Haidar al Mulah, Maliki  "quiere dar a entender que habrá trampa en las elecciones y que las autoridades se vengarán de la comisión, lo cual demuestra que la justicia se ha convertido en un instrumento en manos de Maliki".

Por su parte, el primer ministro afirmó que "a Irak no pude gobernarlo una  persona, un dictador, un tirano o un partido".