Al menos 54 personas murieron y decenas más resultaron heridas hoy, en un ataque aéreo que alcanzó una bencinera en la provincia de al Raqa, en el norte de Siria, cerca de la frontera con Turquía, según fuentes de la oposición citadas por Reuters.

Incluso el Observatorio sirio de Derechos Humanos precisó que el estallido de la gasolinera dejó 110 víctimas, entre muertos y heridos.

Los opositores aseguran que un helicóptero militar lanzó una bomba contra la estación de servicio en el pueblo de Ain Issa. La cifra de víctimas es alta porque era la única gasolinera en la zona que sigue vendiendo combustible.

Por otro lado, el régimen de Bashar Assad aseguró hoy que está avanzando en su lucha contra los rebeldes y que en el plazo de un mes se podrán lograr resultados sustanciales.  "La acción militar sobre el terreno contra las tropas armadas (...) está logrando un progreso bueno y satisfactorio", dijo el ministro sirio par la Reconciliación Nacional, Ali Haider. "A partir de ahora, podemos alcanzan resultados tangibles en menos de un mes", dijo a la prensa en la capital siria, consigna Dpa.

Las declaraciones de Haider llegan horas después de que la televisión estatal informara del accidente de un helicóptero militar del gobierno cerca de Damasco, al chocar con la cola de un avión civil, que logró aterrizar de forma segura. Los rebeldes aseguraron que derribaron el helicóptero cerca de Duma, a las afueras de la capital.

El opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) declaró las áreas al sur de Damasco "áreas de desastre" tras los ataques perpetrados por las fuerzas del gobierno para acabar con los focos de resistencia. "La comunidad internacional y los países árabes deberían intervenir inmediatamente para salvar al pueblo de la capital más vieja del mundo", señaló.

Haytham al Abdallah, un activista basado en Damasco, dijo que los ataques del gobierno contra las áreas del sur de Hajar al Aswad y el campamento de refugiados palestino de Yamuk no cesan desde el miércoles. Al menos 15 refugiados palestinos habrían muerto y más de 100 detenidos en una redada en el campamento, ya que el gobierno los acusa de ayudar a los rebeldes.

En Alepo, en el norte del país, decenas de personas murieron también en fuertes ataques de las fuerzas del gobierno, informó la oposición. La agencia de noticias siria Sana aseguró que las tropas del gobierno mataron a unos 100 "terroristas".

En enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, que visitó Damasco el fin de semana, habló de una auténtica situación de guerra civil, dijo en una entrevista con el canal en inglés de Al Jazeera, donde dijo que no cree que ninguna de las partes gane los combates. La ONU deliberará sobre la situación en su Asamblea General en Nueva York en los próximos días.