La ciudad iraquí de Mosul es el último bastión del Estado Islámico (EI) en ese país y las batallas entre ambas tropas han sido constantes para ver quién tendrá el control del lugar.

Esta semana, el EI ejecutó al menos a 60 civiles en dicha ciudad y alrededores. Acusó a 40 de ellos de traición y a otros 20 de transmitir información al ejército de Irak, según informó la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas, Ravina Shamdasani.

El martes, los yihadistas del EI "abatieron a 40 civiles en la ciudad de Mosul después de haberlos acusado de 'traición y colaboración' con las fuerzas iraquíes de seguridad", explicó, sin citar sus fuentes.

Algunos de estos cuerpos fueron colgados de los postes eléctricos de Mosul, vestidos con uniformes naranjas y con letras en rojo que decían "traidores y agentes de las ISF" (acrónimo en inglés), según Shamdasani.

Mientras la ONU dio a conocer estos detalles, el Alto Comisionado Zeid Ra'ad Al Husein pidió este viernes que la Corte Penal Internacional (CPI) pueda intervenir.

Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR)  indicó también que el número de desplazados desde el inicio de la ofensiva  contra Mosul el 17 de octubre se duplicó en una semana, hasta alcanzar las  47.730 personas.