El estallido de una bomba frente a una prisión de Damasco, la capital de Siria, provocó hoy la muerte de al menos 70 personas y dejó heridas a otras 375, según informó el Ministerio de Interior.
Tras la explosión se localizaron 55 cadáveres y "restos de otras 15 personas", informó el Ministerio. Se trata del peor ataque de este tipo desde el inicio hace un año de las protestas antigubernamentales y de la represión por parte del régimen de Bashar Assad.
La gran detonación, que según testigos siguió a otra más pequeña en el mismo sitio, se produjo muy cerca de una de las sedes de interrogatorios más temidas de las fuerzas de seguridad sirias. Muchos presos políticos fueron torturados en estas instalaciones.
La oposición cree que el atentado fue organizado por el régimen para presentar la revolución como obra de terroristas islámicos. "El régimen está detrás de estas explosiones ya que quieren minar el plan de paz del enviado especial de la ONU Kofi Annan", afirmó el vocero para Europa del Consejo Nacional Sirio, Bassam Jaara.
Sin embargo, los medios estatales hablaron de ataques terroristas provocados por autos bomba, y pidieron a los ciudadanos que donaran sangre en los hospitales.
Las imágenes que llegan del lugar recuerdan a los atentados terroristas en Irak. La televisión estatal mostró imágenes de cadáveres carbonizados. Un colaborador de la agencia dpa que se desplazó al lugar informa que al menos 30 autos fueron destruidos por la explosión en el barrio de Al Kazzaz. También resultaron dañados varios edificios.
Muchos de los residentes que salieron ilesos se encuentran en estado de shock. Algunos de ellos gritaban: "Alá proteja a Siria".
JEFE ONU CONDENA
El jefe de la misión de observadores de la ONU, Robert Mood, visitó el lugar de los atentados. "Este es otro ejemplo del sufrimiento del pueblo de Siria por actos violentos. Lo hemos visto aquí en Damasco y en otras ciudades y pueblos en el resto del país", apuntó Mood, mientras seguidores del régimen cantaban "Alá bendiga a Bashar (Assad)".
Ayer, el vehículo en que viajaba Mood escapó ileso del estallido de una bomba, aunque no se probó que el atentado estuviera dirigido contra el convoy de las Naciones Unidas. "Nosotros, la comunidad internacional, estamos junto al pueblo sirio y llamo a todos, dentro y fuera de Siria, a ayudar a frenar esta violencia", dijo hoy Mood.
Entretanto, la Unión Europea condenó lo ocurrido en Damasco, que calificó de "acto de puro terrorismo", aunque subrayó que el plan de paz de la ONU "es el mejor camino hacia adelante". "Los ataques gemelos (...) parecían estar destinados a conseguir el mayor número de víctimas y daños", dijo Michael Mann, vocero de la responsable de la política Exterior comunitaria, Catherine Asthon.
"El aumento de ataques con bomba y las continuas violaciones del alto el fuego hacen aún más difícil la misión de Annan, pero destacan su importancia", agregó.
Las estimaciones apuntan a que unas 10.000 personas perdieron la vida desde el inicio del conflicto en Siria, que en algunas zonas del país se convirtió ya hace meses en una guerra civil. Según los activistas, en otras partes del país perdieron hoy la vida 14 personas más.