Al menos cien muertos ya se registran en Brasil por el intenso temporal que afecta a Río de Janeiro y las localidades aledañas.
La mitad de las muertes se registró en las ciudades de Niteroi y Sao Gonzalo, vecinas de Río.
Prácticamente todas las víctimas fallecieron al ser sepultadas por toneladas de tierra, las viviendas que habitaban en las laderas de las colinas de Río de Janeiro y municipios vecinos, según las autoridades, que pidieron a la población que desaloje las zonas consideradas de riesgo.
El secretario de la Defensa Civil de Río, Sergio Cortés, dijo al canal de televisión Globo que ocho bomberos resultaron heridos durante las tareas de rescate en varios barrios de Niteroi, una de las ciudades más afectadas por la tragedia.
Además del elevado número de muertos, toda el área metropolitana de Río de Janeiro quedó sumida hoy en el caos por las inundaciones que bloquearon el tráfico de vehículos, impidieron la apertura del comercio y paralizaron prácticamente todas las actividades en varias ciudades.
El gobernador Sergio Cabral aprovechó para cuestionar la gestión de sus antecesores y atribuir el alto número de víctimas a otras administraciones que permitieron el crecimiento de las barriadas pobres en áreas montañosas de riesgo.
El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que había llegado a Río para cumplir compromisos oficiales, tuvo que cancelarlos y recomendó a quienes viven en áreas de riesgo que abandonen sus hogares y busquen refugio en zonas más seguras.
Según los meteorólogos, el mal tiempo reinante se mantendrá hasta el próximo jueves, aunque sin la intensidad del temporal que azotó la región entre la noche del lunes y la mañana de este martes.