Al menos cuatro personas murieron y otras cincuenta resultaron heridas en el ataque de las Fuerzas Armadas israelíes con artillería contra un hospital de la ciudad de Deir Al Balah, en el centro de Gaza, informaron fuentes médicas y testigos.

El portavoz del Ministerio de Sanidad de la Franja, Ashraf Al Qedra, anunció que tanques israelíes estacionados en las proximidades de la zona fronteriza, al este de la franja, dirigieron sus ataques de artillería hacia el Hospital de Al Aqsa, en Deir Al Balah.

"Cuatro personas han muerto y medio centenar han sido heridas, paramédicos, enfermeras y civiles entre ellos, a causa de los disparos", notificó Al Qedra a la prensa, añadiendo que el número de víctimas está en permanente crecimiento y resulta difícil dar cifras exactas.

Sin embargo, en un comunicado contabilizó en 526 los muertos y en más de 3.200 los heridos desde el inicio de la ofensiva el pasado 8 de julio, cifra que ha ascendido dramáticamente desde que el operativo militar entró en su fase terrestre el pasado jueves.

En declaraciones previas, el portavoz informó que tres palestinos más habían muerto en el castigado barrio de Shahaíye también por fuego de artillería. 

En otro intento por mantener la cifra de fallecidos actualizada, Al Qedra comunicó con anterioridad que cinco personas, tres niños y dos mujeres de la misma familia, perecieron en un bombardeo de aviones de guerra sobre su vivienda, en la parte noroeste de ciudad de Gaza.

Hamas y su brazo armado, las "Brigadas Azedín al Kasam", difundieron a través de mensajes de texto que los combates terrestres proseguían al norte, este y región central del enclave, así como el lanzamiento de cohetes al sur y centro de Israel. 

El movimiento islamista anunció que diez de sus milicianos habían sido abatidos a tiros en una de las batallas libradas en la ciudad de Beit Hanun, al norte de la franja "después de fuertes ataques y pérdidas causadas al enemigo".

Los aviones de guerra y los blindados israelíes mantienen su intensa ofensiva sobre casas, tierras, coches y hospitales a lo largo de todo el territorio, de acuerdo a testigos y funcionarios de seguridad palestinos.

Además, el Ministerio de Vivienda palestino cifró en 500 las viviendas destruidas en los últimos catorce días.