Al menos cuatro personas murieron y 14 resultaron heridas en un tiroteo en la base militar de Fort Hood, estado norteamericano de Texas, escenario en 2009 de la matanza de 13 militares a manos de un compañero, según confirmaron funcionarios del gobierno.
El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el republicano Mike McCaul, dijo que el atacante se encontraba entre los muertos y agregó que por el momento no había indicios de que se tratara de un ataque terrorista.
Por su parte, funcionarios del gobierno no identificados reportaron al diario "Washington Post" que el tirador ha sido identificado como el soldado Ivan Lopez.
El presidente Barack Obama expresó su consternación por los hechos. "Estamos siguiendo muy de cerca el asunto", dijo el mandatario en Chicago, quien pidió una investigación exhaustiva de los hechos.
Obama recordó que la base militar de Fort Hood fue escenario en 2009 de la matanza de 13 militares y 30 heridos a manos de un compañero.
"Nos parte el corazón de que haya sucedido algo similar", dijo el mandatario. Quiero asegurar a todos que investigaremos los hechos a fondo para esclarecer lo que sucedió exactamente", dijo Obama.
"Obviamente esto reabrió el dolor de lo que pasó en Fort Hood hace cinco años", agregó.
Por su parte, el secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, habló de una "terrible tragedia".
La estación de televisión de Texas KCEN indicó que el tiroteo tuvo lugar en un edificio de apoyo médico alrededor de las 4:30 hora local (18:30 en Chile).
El personal de la base recibió la orden a través de redes sociales como twitter de permanecer a resguardo, mientras la policía se dirigía a la zona para prestar apoyo. Muchos de los soldados que viven en la base han estado varias veces en Irak y Afganistán.
En noviembre de 2009, el psiquiatra militar estadounidense Nidal Hasan comenzó a disparar contra los efectivos que se encontraban en la base, que se preparaban para viajar a Irak y Afganistán, al grito de "Alá es grande".
Hasan fue reducido por la policía y a causa de sus heridas quedó paralizado de la cintura para abajo. El pasado agosto, un tribunal militar lo declaró culpable de 13 cargos de asesinato premeditado y 32 intentos de asesinato, por lo que fue condenado a muerte. De ser finalmente aplicada su sentencia, sería la primera ejecución de un soldado en activo desde 1961.