Al menos dos personas murieron hoy en Tirana, la capital de Albania, tras los violentos enfrentamientos entre la policía y cientos de manifestantes que se oponen al gobierno del primer ministro, el conservador Sali Berisha.
El jefe de urgencias del hospital militar de la capital albanesa, Sami Koceku, dijo que las víctimas llegaron fallecidas al recinto, tras haber recibido disparos a corta distancia, y agregó que hay un elevado número de heridos.
Miles de manifestantes que apoyan a la oposición socialdemócrata de Albania llegaron a la sede del gobierno para expresar su rechazo a la gestión de Berisha, al que acusan corrupción. Fuerzas policiales reprimieron a los ciudadanos con gases lacrimógenos.
Los manifestantes, enfurecidos por la gestión de Berisha y varios casos de corrupción, exigieron la dimisión del primer ministro y elecciones anticipadas, con gritos de "Queremos Albania sin Sali" y "Sali, ladrón ¿dónde te has metido nuestro dinero?".
El líder socialista Edi Rama, enfrentado a Berisha desde hace años, condenó la violencia, de la que responsabilizó a su rival. "Hoy el gobierno ha profundizado más aún la crisis", advirtió.
Las tensiones más recientes han surgido tras la dimisión la semana pasada del viceprimer ministro albanés Ilir Meta. Este se vio obligado a abandonar su cargo después de emitirse en una televisión local un video grabado con cámara oculta en el que se ve cómo trata de manipular una licitación pública.