Al menos siete personas murieron y cientos resultaron heridas luego que el Ejército de Bahrein reprimió con gases lacrimógenos y disparos a manifestantes reunidos en el centro de Manama, la capital del reino árabe, según informó la televisión qatarí Al Jazeera.

Los soldados avanzaron con tanques contra unos 500 manifestantes reunidos en una céntrica plaza para reclamar reformas políticas y mayores libertades.

Según fuentes opositoras no contrastadas, en los enfrentamientos perdieron la vida cinco manifestantes y un policía. Otro agente murió a causa de las heridas sufridas durante los disturbios.

Las fuerzas de seguridad asaltaron también el hospital Salmaniya, adonde en los dos últimos días habían ingresado un centenar de manifestantes heridos. Para repeler el ataque militar, el personal del hospital y numerosos manifestantes habían formado un escudo humano alrededor de la clínica.

Testigos dijeron que las fuerzas de seguridad también arrasaron un campamento instalado por los manifestantes en el centro de Manama. El Ejército cerró varias calles principales de la capital. Escuelas, universidades y la Bolsa también permanecieron cerradas. En algunos barrios de la capital dejaron de funcionar las comunicaciones telefónicas.

El rey Hamad bin Issa al Jalifa había decretado el martes el estado de excepción por tres meses, después de que se registraran violentos enfrentamientos, con dos muertos y cientos de heridos, en Manama y en la localidad de Sitra entre manifestantes y miembros de las fuerzas de seguridad.

A petición del rey, en Bahrein se encuentran desde el lunes unos mil soldados sauditas y 500 policías de los Emiratos Arabes Unidos.

Desde hace más de un mes se suceden las manifestaciones de protesta en el pequeño país árabe. La gran mayoría de los manifestantes son chiitas. La población del país es mayoritariamente chiita mientras que la casa real pertenece a la corriente sunita.

Desde el exterior llegaron críticas a la represión del régimen. "No hay una solución militar para los disturbios en Bahrein o en cualquier otro país de la región", dijo el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney ayer en la noche.

También el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, criticó la represión contra el pueblo bahreiní y aseguró que ésta fracasará.