"Prudencia", "seriedad" y "responsabilidad" son, en los 50 minutos de entrevista, las palabras que más repite Alberto Arenas. El economista y jefe programático de la candidatura de Michelle Bachelet -a quien se refiere como "presidenta"- asume desde ya su más que probable rol de ministro de Hacienda en caso de que la ex mandataria regrese a La Moneda. Desde esa posición, niega cualquier improvisación y defiende la propuesta de reforma tributaria presentada esta semana, que pretende recaudar 3% del PIB -unos US$ 8.200 millones-, sube el impuesto de las empresas de 20% a 25%, baja la tasa máxima de las personas de 40% a 35% y termina, en cuatro años, con el Fondo de Utilidades Tributables (FUT), una herramienta creada en 1984, que permite a los dueños de empresas diferir el pago de impuestos y reinvertir sus utilidades.
"Es importante hoy, en un proceso de primarias, tener un debate serio, riguroso y prudente de lo que ocurre con la carga tributaria. En los últimos 20 años, Chile ha dado un salto bastante sustantivo al desarrollo y debe seguir progresando y creciendo. Pero también hay un malestar en la ciudadanía, y la Presidenta Bachelet ha dicho que se deben enfrentar las desigualdades desde distintas dimensiones para alcanzar un desarrollo inclusivo (…). Hay una meta de recaudación, de colocar tres puntos del PIB en régimen, porque el Estado lo que requiere es invertir en la gente, invertir en educación, en capital humano, lo que no sólo es éticamente correcto, sino que los saltos de productividad en los países desarrollados en el mundo los han hecho, entre otras materias, invirtiendo en educación", sostiene de entrada.
El oficialismo criticó la reforma, la tildó de "Transantiago tributario", dijo que fue improvisada y que afectará el crecimiento. ¿Qué responde?
Esta es una reforma tributaria estructural, integral. Tiene que ver con cómo uno recauda, cómo simplifica el sistema tributario y cómo cierra ciertas potenciales elusiones que existen en el sistema (…). Esta reforma ha sido rigurosamente estudiada en el marco de la responsabilidad fiscal y, adicionalmente, se aplica en una transición. Hemos sido prudentes, haciendo las cosas de manera que sea consistente con mantener un crecimiento sostenido. Acá hay una transición de cuatro años, donde las reglas del juego van a estar claras.
Se cierra el FUT...
Se cierra el FUT al cuarto año. El FUT se creó en Chile por la gran crisis financiera del 81 y 82 y porque las empresas no tenían espacios en el mercado financiero para tener líneas de financiamiento. Había un sistema financiero quebrado y el Estado salió a buscar líneas de financiamiento a costo cero.
¿Fue una buena medida?
Cuando se piensa hace 30 años, dadas las condiciones del mercado financiero de la época, era una medida que se ajustaba a las restricciones de endeudamiento. Pero hay un abismo de diferencia entre esa fotografía y la que tiene hoy el mercado de capitales. El sustento por el cual se creó ese sistema hoy no está. Algunos creen que el FUT genera un incentivo para las inversiones... ¿Cuánto ha acumulado este fondo? US$ 270 mil millones. Digámoslo con claridad: algunos utilizan el FUT para diferir impuestos, porque todos estos impuestos se difieren, no es que nunca se pagan, pero lo están difiriendo de forma infinita. Y eso quiere decir que hay una potencial evasión en este mecanismo. ¿Qué decimos nosotros? Se cierra el flujo en cuatro años y se crea un mecanismo de depreciación instantánea, un mecanismo potente, que incentiva la inversión, que es fácil de fiscalizar y que no deja cabida a potenciales elusiones. Cada vez que hay una reforma tributaria escuchamos a estos fantasmas de la inversión, del crecimiento, del empleo. Me gustaría escuchar un solo estudio técnico, ¡uno! que avalara esa frase. Aplicado en Chile no existe.
¿Por qué no se modificó antes?
Los procesos en el mercado de capitales no son de la noche a la mañana, tampoco las reformas tributarias se plantean todos los años. Hoy, Chile puede y debe avanzar en una reforma tributaria (…). Si colocas el ingreso per cápita de los países desarrollados al nivel del ingreso per cápita que tiene hoy Chile, y comparas la carga tributaria que en ese momento existía, Chile queda en el puesto 26 de 30 países de la Ocde.
¿Pero no afecta las expectativas de quienes van a invertir?
Nosotros estamos con mucha rigurosidad, con cautela, generando claramente el marco de referencia que Chile necesita enfrentar. Invertir en cohesión social tiene que ver con la gobernabilidad y el crecimiento. Las personas y los empresarios que tienen más recursos en Chile lo entienden perfectamente. Aquí no hay ningún grupo negándose a entender que Chile requiere una reforma a la educación y que se necesita financiarla en forma sustentable. Invertir en cohesión social, invertir en la gobernabilidad del crecimiento, es tan importante como generar un marco de buenas expectativas, de buenas señales, de aclarar qué va a ocurrir en los próximos años, cuáles son las reglas del juego.
Usted ha tenido contactos con la CPC y expuso en el CEP... ¿Está transmitiendo este mensaje de responsabilidad a los empresarios?
Estuvimos con la Conapyme, con Asimet, estuve en el CEP, hemos tenido otras conversaciones... con distintos empresarios también. Hemos visto las reacciones en la prensa de destacados empresarios que están a favor de la reforma, no hemos escuchado que están en contra, sino con consultas respecto de cómo se van a implementar estos mecanismos y cuáles serán sus efectos.
Pero los dirigentes más representativos han planteado resquemores.
¿Qué dudas? ¿Dónde están esas declaraciones? Una cosa es el debate electoral, el debate de los comandos de la Alianza, al que, lamentablemente, el ministro de Hacienda ha entrado, alejándose de los términos de referencia que debe tener un ministro de Estado.
¿No cree que representa un sentir empresarial?
El ministro de Hacienda, en sus términos de referencia, no tiene que generar incertidumbre en el mercado. Un ministro de Estado no entra en las campañas con sesgo electoral. Otra cosa es lo que opinen los comandos de la Alianza. La rigurosidad y responsabilidad de este equipo es a toda prueba, hemos gobernado y sabemos lo que significa enfrentar una reforma de esta envergadura.
El Presidente Piñera avaló al ministro Larraín. ¿El también entró en ese juego?
Me lo he preguntado varias veces y el Presidente, en general, tiene esas declaraciones y acto seguido tiene otras, como que envidia a la presidenta y que tiene gran arraigo en la ciudadanía. Me quedo con lo segundo.
El oficialismo acusó improvisación; el comando se demoró cuatro días en detallar lo que Bachelet anunció el domingo. ¿No cuadraban las cifras?
Seamos serios, estamos hablando de una reforma estructural. La presidenta estuvo lunes y martes en regiones; el miércoles, en otros actos. En su agenda tenía el jueves la reforma tributaria y la ha explicado en forma transparente. Aquí hay mitos y todos se derriban. Cada vez que la presidenta entrega una propuesta comienzan los mitos: el mito de la inversión, de las cifras... Esta medida integral de reforma tiene un potente sentido de la inversión. Es más, un diseño al ahorro de las personas y un diseño potente al ahorro de las empresas (…). Cuándo se dice que la reforma tributaria tendrá un potencial efecto en la inversión, puedo decir responsablemente que esta reforma tributaria es proinversión.
¿Y pro crecimiento?
Por supuesto. Genera incentivos modernos al ahorro, incentivos directos a la inversión, un tratamiento preferente para las pymes, para que efectivamente en esta transición se puedan acoger al 14 ter, que es un sistema simplificado, un sistema de impuestos, donde efectivamente la micro y la pequeña empresa, en esta transición y en esta reforma tributaria, tendrán un trato preferencial.
¿Por qué plantea la gradualidad de las alzas y el fin del FUT a cuatro años? ¿No reconoce ello que la implementación de estas medidas, de una sola vez, afecta la economía?
Cuando uno estudia las reformas tributarias de países desarrollados, hace sentido aplicarlas en forma gradual. Hemos sido rigurosos, pero también prudentes. Hay una transición para aumentar los impuestos, para decir que ciertos mecanismos que han estado siendo utilizados por las empresas por más de 30 años van a tener un cierre en el cuarto año de la reforma. Hay prudencia en términos de implementar una reforma que desde el primer momento hemos dicho que es "de verdad". Me gustaría encontrar una declaración del ministro de Hacienda cuando él aumentó el impuesto de primera categoría de 17% a 20% de que tuviera los efectos que se están diciendo hoy día y me gustaría ver la reacción de los mismos analistas (…). Claramente, hay un sesgo electoral.
¿Por qué no tocaron el FUT histórico? ¿También tenía un impacto negativo?
A partir del cuarto año se cierra el FUT y se crea otro mecanismo. Hay que explicarle a la ciudadanía que el FUT son utilidades que han quedado en las empresas que han diferido su pago. El FUT se cierra y, por lo tanto, estamos generando una regla para que esos impuestos diferidos se paguen. Por cierto, de acuerdo con las reglas del juego que tenían las personas cuando tomaron la decisión de colocarlos en ese fondo. Eso nos ha parecido lo más consistente.
¿Esto es un piso de reforma? ¿Está consensuada con los comandos de Orrego o de Gómez?
La próxima semana se enfrentan los cierres de campaña. Me voy a quedar con el trabajo programático que hemos hecho para esta primaria. Qué ocurre a partir del 1 de julio, son materias que la presidenta informará en su debido minuto.
El jefe de comando de Longueira preguntó cuántos empleos pretenden generar.
¿Usted me está hablando del ex ministro de Educación?
Sí. Y la pregunta es clara: ¿Cuántos empleos van a generar?
La presidenta ha entregado con claridad al país el detalle de todas las materias. Yo le diría a Joaquín Lavín que hay un portal web, si él quiere seguir informándose. El ha llegado recién a la campaña, no ha escuchado todo, así, que se informe en el portal.
El impuesto también de 20 a 25% para las pymes...
En el Código Tributario, el 14 ter beneficia a las microempresas, no a las pequeñas empresas.
¿Ampliar ese límite es el beneficio?
Discúlpeme, es que ese sólo ampliar es darle a la pequeña empresa un trato absolutamente preferente, es permitirle que tenga depreciación instantánea desde el primer día, es permitirles que tengan base devengada, que prevalezca el impuesto que pagan como personas, que sea el impuesto final. Además, hay otra medida que es muy importante y sentida por las pymes. Las pymes compran insumos y tienen créditos por IVA; las pymes venden sus productos a las grandes empresas y les pagan a plazo. Tienen un IVA por pagar, pero no les pagan el IVA. Lo que estamos haciendo acá es que va a haber un cambio de sujeto en el IVA, en la proporción que se necesita.
Han dicho que los que tienen más, van a pagar más. ¿Como se explica la contradicción de reducir los impuestos a los tramos más altos?
No hay ninguna contradicción; en Chile tenemos un impuesto de primera categoría y un impuesto de segunda categoría, es un sistema tributario integrado, donde uno es un crédito del otro. Básicamente, cuando hay una diferencia de 20 puntos en la economía, también hay una serie de incentivos y de potencial elusión. Lo que aquí se ha hecho es cerrar también potenciales escapes a la elusión. Y eso es lo que se busca. Los que tienen más van a pagar lo que corresponde y van a hacer un esfuerzo superior, van a pagar más. Se va a avanzar en equidad tributaria.
¿Por qué la Concertación se opuso a ese cambio cuando lo planteó este gobierno?
Porque la reforma tributaria es integral. ¿Qué les pasaba a los ajustes o modificaciones tributarias de esta administración? Recaudaba 0,2-0,3 puntos del PIB. Ahí es absolutamente entendible. Pero cuando tienes una reforma tributaria integral, que hay que evaluarla en su contexto y no solamente en una medida, es absolutamente consistente lo que estamos planteando para avanzar y cerrar potenciales espacios de elusión en Chile.