"Estoy con una sensación de que vuelvo a casa". Así describe Alberto Arenas su estado de ánimo a dos días de asumir oficialmente como ministro de Hacienda del nuevo gobierno. "¡Y cómo no!", comenta, si trabajó por más de 17 años en la Dirección de Presupuestos que depende de esta secretaría de Estado y cuyas oficinas son continuas al gabinete ministerial.

Aunque sabe que pocos le creen cuando cuenta que la Presidenta Michelle Bachelet lo invitó a trabajar en el gobierno como jefe del equipo económico recién durante la tercera semana de enero, cuando conformó su gabinete, sostiene que ya está preparado para "cumplir con todas las metas y compromisos que la mandataria nos ha pedido".

Y en ésta, que es su primera entrevista que da como ministro de Hacienda, quiere cerrar la puerta al "debate pequeño" que se ha dado con la actual administración y abrir la discusión a lo que serán los primeros 100 días del nuevo gobierno.

Siendo usted parte del equipo de instalación de la presidenta electa, ¿cómo evalúa la salida de tres subsecretarios antes de asumir el gobierno?

Esa es una materia que ya se aclaró hace algunas semanas. Hubo algunos subsecretarios que consideraron necesario, por distintos motivos, dar un paso al costado, dejando en libertad de acción a la presidenta. Y ella ya ha elegido a nuevas personas.

¿No hubo un mea culpa de este equipo cercano?

Lo único importante es que el 11 de marzo los mejores equipos estarán trabajando en el gabinete que ha conformado la Presidenta de la República. Para qué seguimos ahondado en una situación ya superada: con el set de información que se le hizo llegar a la presidenta de vuelta de vacaciones, tomó la decisión ya conocida. Ahora ya tenemos un equipo afiatado, que ha estado preparando la instalación y que la seguirá preparando a full en las últimas 48 horas que faltan.

¿En este gobierno, el Ministerio de Hacienda asume un nuevo rol, considerando que el eje vertebral del programa será la reforma tributaria?

El Ministerio de Hacienda tendrá el rol que le corresponde, que es liderar el equipo económico del gobierno. Estará en el comité político y tendrá un rol preponderante y transversal, como lo ha tenido en todos los gobiernos. Este ministro de Hacienda -al final del día y más allá de las comparaciones- tiene como primera meta recuperar el dinamismo de la economía.

¿Qué rol juega la reforma tributaria en el cumplimiento de su meta?

La reforma tributaria cumple distintos objetivos, pero hay dos básicos. Uno, nos permite ser responsables con la ciudadanía al darle sustentabilidad financiera al programa de gobierno, porque nos provee ingresos permanentes para hacer frente a los gastos permanentes del Estado. Eso significa que podremos mantener nuestra política de balance estructural en un marco de responsabilidad fiscal. Lo segundo, pero no menos relevante, es que la reforma tributaria es un instrumento que también nos permite enfrentar la desigualdad.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ha dicho que la explicación por la desaceleración que muestra el país hay que buscarla internamente...

Nosotros nos estamos preparando y tenemos la experiencia para partir gobernando Chile el mismo 11 de marzo. Estas son polémicas de verano, hay que dejarlas atrás y ponerse a trabajar. Para quienes creemos que Chile necesita de manera imperiosa una reforma tributaria que aumente la equidad, que incentive la inversión y que genere recursos para financiar una gran reforma educacional, hoy es el momento adecuado para llevarla a cabo.

HERENCIAS

Usted ha dicho que tendrán que retomar la senda de crecimiento. ¿Cómo lo harán?

Tendremos que redoblar los esfuerzos desde el sector público y privado para revertir la desaceleración. Al gobierno anterior le dejamos un impulso fiscal y monetario, junto a una recuperación que venía desde el último trimestre de 2009. Si realmente este gobierno quiere hacer una comparación, debo decir que ellos no tuvieron que revertir una situación de desaceleración, sino sólo subirse a la senda de expansión que traía la economía. Eso es el dato desde la macroeconomía, pero no me interesa seguir con esta discusión.

¿Cuál fue el mensaje que quiso enviar con la reunión del comité de ministros del área económica, que citó para el mismo día en que se conoció que el Imacec de enero era de 1,4%?

Tener una plena coordinación para trabajar en materias que desde hace algún tiempo la economía chilena necesita, como las llamadas reformas estructurales, que no se han implementado y que permiten tener un crecimiento sustentable, para que las variables reales de la economía mejoren.

A su juicio, ¿qué es lo que no hizo este gobierno?

Hay reformas estructurales que no se han realizado; algunas se prometieron, pero no se llevaron a cabo. Para esto, nosotros hemos propuesto dos agendas. Una, de productividad, innovación y crecimiento, y que tuvimos esta semana la reunión con el equipo económico para coordinar las propuestas y presentárselas a la Presidenta de la República, quien la presentará en los primeros 100 días de gobierno, porque están comprometidas dentro de las 50 medidas. Y, dos, también habrá una agenda de energía, que estamos coordinando con el ministro de esa cartera.

Pero también desde las cifras, el ministro Larraín ha dicho que este gobierno recibió un país en recesión.

Las polémicas del verano las vamos a dejar en el verano. Yo me voy a concentrar en lo que Chile necesita: avanzar en productividad, innovación y energía para poder seguir creciendo y alcanzar un desarrollo inclusivo.

EVALUACIONES

¿Ustedes harán una revisión de las cifras con las cuales fue elaborado el Presupuesto 2014?

Lo que vamos a hacer llegando a La Moneda será analizar en forma detenida el estado en que se nos entrega el gobierno, y una de las dimensiones es la fiscal. Ya en octubre, cuando se presentó el presupuesto de este año, fuimos muy criticados por decir que la proyección de crecimiento y los supuestos macroeconómicos, entre otros, la estimación de la demanda agregada, mostraban un gran optimismo. Esto provocó que los ingresos fiscales se sobrestimaran y que, efectivamente, el 4,9% de expansión económica que se propuso no sólo estuviera fuera del rango del Banco Central, sino que también de lo que esperaba el mercado para 2014, que en ese momento era un crecimiento en torno al 4%.

¿Qué efecto tendrá en el presupuesto un crecimiento menor al 4,9%?

Nuestra política fiscal está en el marco del balance estructural, por tanto, uno puede gastar conforme a los ingresos estructurales. Porque aquí no está en juego si nosotros tenemos la viabilidad para ejecutar el Presupuesto 2014; tengo la certeza de que eso se hará. Pero lo que puede ocurrir es que, teniendo menores ingresos fiscales producto del menor crecimiento, el déficit fiscal efectivo sea mayor a lo informado.

¿Sólo revisarán la situación fiscal?

Analizaremos los distintos sectores, veremos el mercado financiero y haremos un análisis completo de la economía. Especialmente, seguiremos de cerca la dimensión fiscal; tanto así, que he estado conversando con parlamentarios de la comisión especial mixta de Presupuestos, y hay interés por citar a la próxima administración y a este futuro ministro de Hacienda a dar cuenta del balance de cómo nos entregan el gobierno en el área económica.

¿Cuáles han sido las inquietudes específicas que le han manifestado los parlamentarios?

Han sentido una preocupación respecto a la subejecución de los proyectos de inversión y de si tendremos o no los recursos para el financiamiento de las 50 medidas para los primeros 100 días de gobierno. Las malas noticias hay que darlas de una sola vez y lo más rápido posible: a nosotros nos entregan indicadores macro sobreestimados y haremos las revisiones respectivas e informaremos al Congreso.

¿Tiene pensado cómo le darán viabilidad política a la reforma tributaria?

Conversaremos con todos los sectores a partir del 11 de marzo, los escucharemos a todos, las puertas estarán abiertas y, por cierto, también conversaremos con la oposición. Pero es bien importante colocar el acento acá: el diálogo hay que entenderlo en el contexto de que es para avanzar en la implementación del programa de gobierno.

¿Reeditará las reuniones semanales entre el ministro de Hacienda y los parlamentarios?

Por supuesto, y no solamente se hará en el Ministerio de Hacienda, sino que esta es una decisión del gobierno completo. Todos los ministros sostendrán semanalmente reuniones con diputados y senadores de sus respectivas comisiones, y puedo informar que todos los lunes nos juntaremos a conversar una vez a la semana, en el Ministerio de Hacienda, con los parlamentarios.

¿Está listo el proyecto de reforma tributaria?

Está muy avanzado y la presidenta decidirá, en el transcurso de los 100 días, cuándo lo envía al Congreso y lo presenta al país.

Dado que la base de la reforma ya está decidida, ¿qué posibilidades tienen los gremios empresariales, como la CPC y Sofofa, y algunos partidos políticos de que sus propuestas sean recogidas en la reforma?

Esto es bien sencillo: llevaremos adelante la reforma tributaria comprometida en el programa de gobierno. Dicho lo anterior, dialogaremos para avanzar con ese compromiso y aquí todos los actores que quieran serán escuchados.

Uno de los temas que preocupan al sector privado es el FUT. ¿Existe la posibilidad de mantenerlo si representantes del sector privado, por ejemplo, le presentan una propuesta que recaude lo mismo?

La propuesta que ha hecho la presidenta al país es la misma que se hizo durante la campaña y ahora está en el programa: que se termina con el instrumento FUT. Entonces, la reforma tributaria termina con el FUT, no hay duda respecto a eso. Me lo preguntaron en campaña y lo reitero hoy, dos días antes de asumir como ministro de Hacienda.

Si ya está decidida la eliminación del FUT, ¿cuál es el margen de acción del sector privado para que sus propuestas sean atendidas?

Seamos pacientes, lo que lleva la reforma tributaria se dará a conocer en el instante que la presidenta lo lleve al Congreso. Nosotros no tenemos ningún problema en escuchar a los actores, en tener diálogos, pero un diálogo para avanzar en la implementación de la reforma tributaria que se le ha propuesto al país.

¿Tienen una fecha límite para la aprobación de la reforma tributaria?

No nos vamos a autoimponer una fecha límite. Sí hemos estado conversando con los parlamentarios de que se aborde con celeridad, para que las medidas que va a llevar la reforma tributaria se implementen lo antes posible. Por ejemplo, los incentivos que trae para la inversión, en un momento en que estamos viendo un bajo ciclo de la inversión privada, es urgente tenerlos implementados lo antes posible, para que nos ayuden a recuperar la actividad en la economía.

¿No produce un desincentivo a la inversión terminar con el FUT?

Todo lo contrario. Los actores ya asumieron en sus expectativas que habrá reforma tributaria, y lo que la presidenta decidirá en los próximos 100 días es cuándo enviará el proyecto al Congreso, porque ya estamos preparados para el debate técnico y jurídico. Sólo algunos, los menos, son quienes vinculan mañosamente la reforma tributaria con la inversión. Los cambios de gobierno no paralizan las inversiones. Quienes trabajamos en economía sabemos perfectamente cuáles son los factores que están afectando a la inversión y no tienen que ver con la reforma tributaria. Es más, cuando el país conozca la reforma tributaria, verá que hay incentivos precisos y concretos para reactivar la inversión en Chile.

¿Quiénes mañosamente vinculan la reforma tributaria con la inversión?

Dejémoslo en las polémicas del verano. En marzo, los chilenos dejan el verano atrás. Concentrémonos en lo que la ciudadanía necesita y pongámonos a trabajar en implementar el programa, porque para quienes defienden el statu quo nunca hay un buen momento para una reforma tributaria. Además, los países que caminan hacia un desarrollo inclusivo -y nosotros miramos las mejores experiencias en los países desarrollados- avanzan en forma responsable, aumentando sus cargas tributarias para darle gobernabilidad al crecimiento.