Otra vez llega Colo Colo a su respectivo partido del fin de semana arrastrando una semana de polémicas que no tienen nada que ver con lo futbolístico. Esta vez fue el turno del gerente deportivo de Blanco y Negro, Juan Gutiérrez, y del arquero Eduardo Lobos, quienes tuvieron que declarar ante la PDI por haber comprado celulares robados.

Lo anterior se suma a los problemas que sufre el "Cacique" en la cancha, donde no ha encontrado regularidad, situación que tiene bastante presionado al técnico Omar Labruna, quien utilizará esta tarde a su quinta formación distinta en lo que va del torneo (siete fechas).

Esta especie de rotación que está realizando el entrenador argentino, que aún no encuentra su oncena ideal, ha generado incomodidad en el camarín albo.

"Nos ha sorprendido que el 'profe' haya hecho tantos cambios en estos partidos. Obviamente, la idea es que mantenga un equipo, pero él es el técnico y toma las decisiones", comenta un jugador de la plantilla popular.

"Está siendo un poco complicado entender el mensaje que nos quiere transmitir. Algunos no sabemos bien a qué estamos jugando o qué es lo que quiere", advierte otro jugador blanco.

Por su parte, Labruna está consciente de lo que está generando los constantes cambios en las oncenas. "Me llevo por la realidad y por el diálogo con los jugadores. Acá no somos todos amigos. En un plantel puede haber unos que no estén muy contentos y otros que estén enojados porque no han tenido una oportunidad. Son las reglas del fútbol. Los estados de ánimo son variables. Uno como conductor del cuerpo técnico intenta que haya armonía y que todos estén bien,  pero uno no es un mago", reconoció el adiestrador.

El "Cacique" llega con un clima enrarecido y, además, con un cambio de última hora. Si bien Emilio Hernández se recuperó, el acompañante de Carlos Muñoz arriba será Gerson Martínez. No ganar significará otra semana alba convulsionada