Eran las 4 de la mañana y el río Copiapó se estaba desbordando. Mario Cicardini, alcalde de Copiapó desde 2008, recuerda que todos los años las lluvias en la zona son pocas e intermitentes, mientras que en la precordillera y cordillera el agua se convierte en nieve. Todo eso cambió el 25 de marzo de 2015.
El agua del Río Copiapó y la quebrada de Paipote llenó las calles de la ciudad de barro, arruinando casas y abastecimiento de la zona. Se cortó el agua y las comunicaciones se volvieron inestables.
<strong>"Hay una situación muy especial, la lluvia, esta agua que inundó Copiapó debería haber sido nieve en la cordillera y precordillera, pero hay una corriente cálida que hizo que fuera lluvia y no nieve. Esto produjo una crecida en los ríos. Esto es una situación climatológica muy especial, porque acá siempre caía nieve. Esto produjo los aluviones e inundó Copiapó. Esto se da cada 100 años"</strong>, señala el alcalde a <strong>La Tercera</strong> desde la zona afectada.
La situación a la que alude el edil -según los expertos- corresponde a una baja segregada, un fenómeno que suele ocurrir hacia el sur y que en Copiapó causó lluvias más arriba de la cordillera. Se trata de un fenómeno del cual es difícil predecir su comportamiento y que, en este caso, se vio intensificado por vientos tropicales provenientes de Ecuador que hicieron que las lluvias aumentaran.
"Hay que tener claridad con esto, cuando se empieza a buscar responsables. Yo creo que ni los meteorólogos lo sabían. En Copiapo llovió poco, 20 a 30 mm, que es poco, pero no es el agua que inundó la ciudad. Fue la quebrada de Paipote, el río Copiapo, todo lo que viene de las montañas traía agua y agua", recuerda.
El alcalde señala que sus padres y abuelos contaban historias sobre una crecida de los ríos, que provocó estragos en la zona hace casi cien años. "Yo por lo menos no recibí ninguna alerta, pero cuando venía la quebrada de paipote yo sabía lo que venia", asegura.
Cicardini recuerda que pasadas las cuatro de la mañana decidió salir a la calle. "Yo me vine por la carretera tocando la bocina, tocando los timbres, 'se viene el agua'; tocamos timbres y sirenas de los bomberos. Yo sabía lo que venía, por las historias de mis abuelos, pero no por la Onemi. Sobre esto había completo desconocimiento. Pero estas son situaciones circunstanciales".
En este sentido el alcalde reconoce que si bien habían antecedentes de este fenómeno, "nada podría presagiar" que se iba a dar este año y eso día. "Es imposible saber si en 100 años más no va a volver esto".
AGUA Y ALIMENTOS SON LAS PRINCIPALES NECESIDADES EN LA ZONA
Sobre el trabajo tras la emergencia el alcalde señala que "estamos trabajando a dos patas: en el área social de generar ayuda en el tema de las necesidades esenciales de la gente en en la comuna. La gente lo perdió todo, la ciudad está a dos o tres metros de barro, se necesita agua y alimentos, ahí estamos complicados. Hay otra pata que es el cómo llegamos a a las personas y para eso estamos metiendo máquinas para sacar el barro".
"Hay desabastecimiento de agua, sólo nos sirve agua envasada, esa es la que necesitamos urgente y que le hemos pedido al gobierno que nos envíe y alimentos que todo el alimento que había está bajo barro", agrega.
Dice que si bien han recibido ofertas del gobierno para recibir ayudas, el arribo de ésta se ha visto complicada por el estado de las rutas. "Está hecha la oferta, hay un barco que debería recalar hoy en la mañana. Hay problemas de conectividad terrestre entre La Serena y Copiapó, en los puentes aéreos es poca la ayuda que puede llegar".
"La Presidenta ha dispuesto todo, pero yo entiendo la demora. Si a mí me costó conseguir 100 botellones de agua, imagínese a ellos consegir 100 mil litros de agua y mandarlos de Santiago. Todas esas cosas las entiendo, pero la gente no entiende eso, y yo me pongo en el lugar de la gente y la gente necesita ayuda ahora ya", señala.
LA RECONSTRUCCIÓN: "HAY QUE TOMAR EN CUENTA TODO ESTO PARA NO COMETER MÁS ERRORES"
En medio de las labores de emergencia, el alcalde de Copiapó señala que ya ha comenzado a tirar líneas sobre el proceso de reconstrucción de la ciudad tras las inundaciones.
"Todas las cosas se dan y tienen su historia, para qué le vamos a echar la culpa a alguien, esto es algo que sucedió hace casi 100 años atrás. Mi papa me decía 'no construyan casas ahí (al borde del río) porque cuando se venga la quebrada'... Si le hubieramos hecho caso, no estaríamos lamentándonos", señala el alcalde.
Con todo, el alcalde reconoce que "esto nos da la oportunidad de reconstruir Copiapó, y sabiendo de que vamos a volver a tener estos eventos en 30, 50 o más años, hay que ver los antecedentes técnicos para volver a planificar la ciudad".
"Estamos con mucho dolor, pero siempre hay que tomar estas cosas como oportunidades. Hay luces en borrador de lo que queremos construir como ciudad, pero hay que tomar en cuenta todo lo que ha pasado para no cometer más errores", concluye.