La ciudad de Beziers, en el sur de Francia, despertó el martes con varios carteles en sus calles, que muestran a hombres barbudos representados como invasores, una campaña organizada por su alcalde de extrema derecha, que se opone a la apertura de un centro de acogida para demandantes de asilo.

"Ya está, están llegando... Los migrantes al centro de nuestra ciudad", rezan los afiches. La foto muestra a varios hombres, de raza negra o muy morenos, con barba o con el rostro cubierto con una capucha, apostados en masa delante de la catedral de Béziers. Además el cartel está coronado por la frase "El Estado nos lo impone".

El alcalde de Béziers, Robert Ménard, perteneciente al partido de extrema derecha Frente Nacional, es conocido por sus polémicas declaraciones. El 5 de septiembre había declarado en un debate de televisión que ser francés implicaba ser "europeo, blanco y católico".

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El gobierno francés, que ha expresado que quiere cerrar el campamento de Calais, en el norte del país, donde están alojados en precarias condiciones entre 7.000 y 9.000 migrantes, ha comenzado la apertura de pequeños centros de acogida en varias localidades, para reforzar las estructuras ya existentes.

Si bien el plan se ha desarrollado sin incidentes, en algunos ayuntamientos la iniciativa no ha sido bienvenida por los gobiernos locales, que alegan que no han sido consultados, y que la población está muy golpeada por los ataques de yihadistas ocurridos en Francia.

Varios centros han sido dañados o incendiados, incluso antes de su apertura.

El viernes, Ménard cargó contra la apertura del albergue y dijo que se produce en un momento en que "la municipalidad trabaja desde hace dos años para redinamizar el centro de la ciudad".