La alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, apenas tiene tiempo para concretar toda su agenda. Mientras intenta agendar una hora para hacerse las uñas antes de la Gala de Viña (viernes 22.00 horas) contesta las interminables llamadas para coordinar actividades relacionadas a la nueva edición del Festival de Viña (22 al 27 de febrero). Y un tema adicional: su reciente polémica con el grupo Quilapayún.

"Fui la primera y más sorpendida porque nunca se tomó en cuenta tenerlos en el festival", señaló ante los dichos expresados por la agrupación a través de Twitter, donde la calificaron directamente como "momia recalcritrante" por, supuestamente, impedir la celebración de los 50 años de Quilapayún en la Quinta Vergara. "Quiero aclarar que es Chilevisión el que nos propone los artistas", explicó, "y además yo jamás he vetado a nadie. Estoy con mi conciencia tranquila. Ni siquiera los conozco". Por ello, conversó inmediatamente con CHV. "Este es un tema que corresponde aclarar a CHV, se los hice saber porque me molesta que se me esté achacando un tema en el que no tengo nada que ver", expresó la alcaldesa.

Pero a cinco días de comenzar una nueva edición del certamen, Reginato habla sobre la renovación de la alianza con el canal, que en 2014 volvió a ganarse la licitación y por otros cuatro años. "Han sido buenos socios", señaló, y ante la suculenta cifra ofrecida por el canal, 10.738.329 UF (total de los cuatro años), agregó: "Nosotros en el festival no gastamos plata, esto se va al plan de obras, entre otros. Tenemos un mínimo de gastos".

De lleno en la parrilla de artistas, la alcaldesa reconoce las mismas críticas de años anteriores: las repeticiones. "Antiguamente, el hecho de que viniera Julio Iglesias, José Luis Perales o el 'Puma' Rodríguez era la máxima atracción. Ahora, ellos mismos vienen, recorren todo Chile y están en todas las ciudades. Pero la gente igual viene, aunque digan que es quinta vez, que están repetidos, porque hoy es difícil no repetirse los artistas", dijo, sobre todo pensando en el show de Ricardo Arjona. "Pero de todas maneras, fue la primera noche en agotarse", dijo refiriéndose a la jornada del 23 de febrero.

HORARIOS Y PREMIOS

Una de las mayores críticas es la extensión de los espectáculos, que muchas veces, pasan de las 03.00 de la madrugada. Para Reginato, uno de los motivos era la prolongada entrega de premios, lo que debería mejorar con la ausencia de las antorchas y que comenzará a regir en esta edición. "La gente pedía las antorchas, después la gaviota, eso alargaba mucho más el programa. Espero que ahora cambie, es un acierto prohibirla". Con ello, la alcaldesa niega rotundamente la aparición de la Gaviota de Platino, entregada únicamente a Luis Miguel en 2012 y que se ha pedido en las redes sociales para Ricardo Arjona. "Eso no pasará, al final también se haría un hábito", consignó.

BAJA EN LA SINTONÍA

En la última década, el programa ha bajado sostenidamente su audiencia. Tras una exitosa racha en manos de Canal 13, con un peak de 43,5 puntos promedio en la edición del 2000 (datos de Time Ibope), el festival ha perdido encanto. "Si se ha mantenido por 56 años es porque es bueno como está", defendió rápidamente la alcaldesa. "Para la gente es una tradición, es un programa que tiene muchos años y siempre ha resultado", agregó.

En las últimas ediciones, la más afectada fue la del 2012, cuando debió competir con el reality Mundos Opuestos (canal 13). En ese entonces, el certamen promedió 25,1 puntos. Mientras, en su edición 2014, el festival promedió 27,3 puntos. Pero Reginato es optimista: "Al final, como sea, la gente se queda hasta las 3 de la mañana tanto en la quinta como viendo por televisión".