A juicio de Aldo Lema, economista asociado de Security, es preferible ser cautelosos a la hora de "extrapolar datos". Ello frente al optimismo evidenciado por Hacienda ante los datos de los últimos meses de 2016. El experto recuerda que "ya hemos visto falsos amaneceres" que en definitiva no se materializaron.
¿Cómo analiza el desempeño que registró la economía local en 2016?
El 1,5% fue inferior al proyectado por las autoridades en el segundo semestre de 2015, y ocurre a pesar del mejor entorno externo que hubo durante el año. No fue una sorpresa, pero lo llamativo fue el estancamiento de la actividad entre enero y noviembre como sugiere el Imacec desestacionalizado, en parte por la contracción de la minería. En síntesis, Chile tuvo un desempeño mediocre, aunque superior al de América Latina.
Sin embargo, desde Hacienda se habla de una recuperación importante...
Efectivamente, en noviembre y diciembre hay cierta recuperación respecto a los meses previos. Pero de todas maneras, el producto se contrajo en el cuarto trimestre respecto al periodo anterior y en términos interanuales la cifra fue la peor desde la crisis de 2009. En este sentido, ya hemos visto otros "falsos amaneceres anteriormente".
¿A qué se refiere?
Es lo que vimos en 2015 con los "brotes verdes", que se marchitaron, o en 2016 con los "aires primaverales" que luego se desvanecieron. Deberíamos ser cuidadosos a la hora de extrapolar estos datos, aunque haya efectivamente un entorno externo algo mejor, con un cierto reimpulso.
¿Prevé riesgos para el comienzo de este año, considerando los incendios y el paro de Escondida?
Efectivamente, el primer semestre estará marcado por muchos elementos puntuales, entre ellos, lo relacionado con los incendios y también con la huelga en la Escondida. Además, y sobre todo, con el efecto de los menores días hábiles. Eso por sí solo tiende a acotar la recuperación que podría observarse durante los próximos meses. En resumen, nuevamente la economía parece perfilada a crecer entre 1% y 2% y eso mismo puede llevar a un recorte en la proyección del BC, que está por encima (1-5% y 2,5%). Lo más probable es que el PIB de 2017 no sea muy distinto al de 2016 y pareciera que el 2% es un techo.
¿Qué inclinaría la balanza hacia el 1% o el 2%?
Claramente la incertidumbre política, que tiene que ver fundamentalmente con las futuras medidas que se adoptarán desde 2018 en adelante, incide en las decisiones de inversión y por lo tanto en la actividad. Aun con mejores condiciones externas, la incertidumbre política acota una reactivación. El segundo elemento es que este mejor contexto internacional tienda a consolidarse a lo largo del año. Las señales de las últimas semanas entre 2016 a 2017 apuntan favorablemente en esa dirección.
¿A qué atribuye el bajo crecimiento acumulado en los últimos años?
Hay al menos tres factores, siendo el primero el menor crecimiento potencial. Por otra parte, hubo un menor impulso externo, que comenzó en 2013 y se acentuó en los años recientes. Finalmente, hubo un gran error de diagnóstico del gobierno, que llevó a políticas anticrecimiento, en circunstancias donde era necesario desarrollar políticas procrecimiento. Esas políticas tuvieron consecuencias negativas sobre las expectativas y sobre la inversión.