"El hombre nunca llegó a la luna", dijo de golpe Raquel a su hermana Julieta. "La tecnología del Apolo 11 era tan, pero tan primitiva que, oye, imposible salir de la Tierra", agregó Raquel en un largo diálogo de hospital. Múltiples confesiones que surgen ante la enfermedad de una de las hermanas y la proximidad de la muerte. Julieta y Raquel son las protagonistas del relato Imposible salir de la Tierra, que le da el título al último libro de la escritora nacional Alejandra Costamagna (46). El volumen, compuesto de 10 cuentos, es publicado por la editorial peruana Estruendomudo, que acaba de inaugurar su versión chilena.

"Inicialmente sería una compilación de relatos de distintos momentos, publicados e inéditos, que circularía fuera de Chile. Pero en el proceso las cosas fueron cambiando: la editorial se instaló como sello local en el país y propuso publicar también el libro acá. Y surgió el interés de la editorial Almadía, que estos días prepara una versión ligeramente distinta para México", señala Costamagna, quien hace dos décadas debutó en la literatura con la novela En voz baja. Con los años su producción aumentaría con tres novelas y cuatro títulos de narraciones breves, entre ellos, Ultimos fuegos y Animales domésticos.

¿Que cómo surgen sus cuentos? "La mayoría de las veces de una imagen. Pero esa imagen puede ser parte de un diálogo, la colita de una conversación escuchada, una experiencia personal intervenida o llevada a sus límites por la imaginación, o una escena secundaria de algún relato propio o ajeno. Pueden surgir también de una palabra o un sonido que ha quedado dando vueltas, como si fuera una canción pegajosa, y que al darle cuerda va esbozando un mundo posible", dice Costamagna, cuyos personajes de Imposible salir de la Tierra siempre están viviendo situaciones límites. Un ejemplo ocurre en el relato Are you ready?, donde una madre le pide a su hija que la "sustituya" porque no puede viajar, ante la inminente muerte de su hermano, quien agoniza al otro lado de la cordillera. "Cuando venía de vuelta en el avión, la hija pensó cómo se lo contaría a la madre. Qué frases usaría, qué pausas", se lee en esa breve historia, una de las cuatro inéditas que contiene el volumen.

La escritora, que también es periodista y ha realizado talleres literarios, no hace mayores diferencias entre los géneros narrativos. "Tal vez lo más atractivo para mí sea el trabajo con el silencio que el cuento propicia. Pero no soy muy partidaria de pensar en los géneros como lugares específicos, con límites tajantes. Me gusta, justamente, que el relato breve permita establecer conexiones vivas con el poema, la novela o la crónica. O incluso con la fotografía", señala y nombra autoras de relatos que lee habitualmente como Clarice Lispector, Natalia Ginzburg, Grace Paley, Carson McCullers, Alice Munro, Lydia Davis y Lorrie Moore.