Es lejos el arquitecto chileno más internacional del momento. Alejandro Aravena (1967), quien del 2009 al 2015 ejerció como uno de los jurados del Pritzker, el llamado Nobel de la Arquitectura, y quien hace sólo unos meses ganó con su oficina Elemental el premio inglés Design of the Year, por el Centro de Innovación UC ubicado en Vicuña Mackenna, acaba ahora de marcar otro hito en su carrera: ayer el consejo administrativo de la Bienal de Arquitectura de Venecia, presidido por Paolo Baratta lo eligió como el nuevo director del evento italiano que se desarrollará entre el 26 de mayo y el 27 de noviembre de 2016.
Aravena se transforma así, en el primer profesional latinoamericano en dirigir el encuentro que el año pasado encabezó el reconocido arquitecto holandés Rem Koolhaass, quien centró su curatoría en resaltar los fundamentos esenciales de la disciplina, es decir "los puntos de referencia e inspiración de la arquitectura mundial".
El chileno también dio pistas de lo que será su curaduría para la 15a edición del evento: "Hay varias batallas que deben ser ganadas y varias fronteras que necesitan ser ampliadas con el fin de mejorar la calidad del entorno construido y en consecuencia la calidad de vida de las personas. Nos gustaría que la gente viera historias de éxito que merecen la pena ser contadas, en los que la arquitectura marcó una diferencia en esas batallas y fronteras", dijo Aravena.
El propio arquitecto, junto a su oficina Elemental, podría ser considerado dentro de esos casos ejemplares, a partir del trabajo que ha realizado mejorando el diseño y construcción de viviendas sociales, donde combina bajo costo y calidad de vida, y que suma más de una década levantando proyectos en Chile, Brasil, EE.UU., Italia y México. Un libro de 500 páginas con esta trayectoria fue publicada por la editorial alemana Hatje Cantz y presentada en la Bienal de Venecia de 2012. La cercanía con el evento italiano no queda ahí, ya que en 2008, Aravena recibió el León de Plata, galardón que reconoce el talento prometedor de un arquitecto joven. En esa oportundad el jurado destacó su "interés en tratar problemas actuales del mundo real, tales como el ambiente, la pobreza y la lucha política".
En tanto, ayer, Paolo Baratta confirmó la buena reputación que goza el chileno. "Esta Bienal tiene la intención de reaccionar una vez más a la brecha entre arquitectura y sociedad civil, que en las últimas décadas ha transformado la arquitectura en espectáculo, por un lado, y prescindible por el otro. Entre los arquitectos de la nueva generación, Alejandro Aravena es, en nuestra opinión, el único que puede describir mejor esta realidad y poner de relieve su vitalidad", dijo el italiano.
Dos ejes
Egresado de la U. Católica, el arquitecto ha sabido combinar su trabajo en proyectos públicos como el Paseo Metropolitano, el Parque de la Infancia y el elogiado PRES Constitución, proyecto de reconstrucción sustentable para la ciudad afectada por el terremoto de 2010, consistente en rediseñar el plano urbano para protegerla de futuros desastres naturales; con otro tipo de proyectos privados y con un enfoque innovador, como el mencionado Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, el diseño del edificio de la farmacéutica suiza Norvatis en Shanghai o la nueva Bolsa de Comercio de Teherán, que proyectan en Irán.
Para la bienal, sin embargo, Aravena aplicará su experiencia en la arquitectura de vocación pública: "La 15a exposición internacional de arquitectura tratará de centrarse y aprender de las arquitecturas que a través de la inteligencia, la intuición o los dos al mismo tiempo, son capaces de escapar de la situación actual. Nos gustaría presentar casos que, a pesar de las dificultades, en lugar de renuncia o amargura, proponen y hacer algo", enfatizó el arquitecto.