En 2004, como Superintendente de Valores y Seguros (SVS), Alejandro Ferreiro, tuvo la misión de poner en marcha el Sistema de Consultas y Ofertas de Montos de Pensión (Scomp), en medio de un fuerte debate sobre sus impactos al mercado del retiro programado, que ofrecen las AFP, y las rentas vitalicias (RR.VV) que ofertan las aseguradoras de vida.

Hoy, como ex regulador, pero además como director de la compañía de seguros, Confuturo, revela sus falencias y opina sobre la propuesta del Ejecutivo de eliminar la oferta externa al Scomp de rentas vitalicias.

Mientras observa las cifras que conoce en detalle, Ferreiro concuerda con el diagnóstico que motiva el ajuste que forma parte de la propuesta de reforma al sistema previsional: de la actual administración "el mayor peso relativo de los agentes de venta como canal de intermediación, unido a la evidencia de que las pensiones a través de éstos son inferiores, naturalmente llama la atención y obliga al regulador a preocuparse de la intermediación". Y es que, aunque luego de 13 años de vigencia del Scomp, las comisiones por ventas de RR.VV. están muy por debajo de lo observado antes del cambio, Ferreiro asegura que "todavía se le puede sacar punta al lápiz para mejorar la intermediación, hacerla más eficiente y lograr mayores pensiones".

A su juicio, la razón es simple: "En un escenario de seguridad social obligatoria, donde hay ahorro forzoso, y una sensibilidad política y social muy alta respecto de las pensiones, el sistema, la gestión privada y el traspaso del ahorro hacia la pensión, debiera regularse de modo óptimo (...) Tenemos que estar muy atentos para que el funcionamiento del sistema privado satisfaga plenamente el objetivo de la seguridad social. No podemos hacer prevalecer los intereses ni de los intermediarios, ni de las compañías", sostiene.

Entonces, ¿es positivo a su juicio eliminar la oferta externa?

Favorecer los sistemas de intermediación con menos conflicto de interés y mayor probabilidad de orientar adecuadamente a las personas, es correcto, y todas las compañías y las fuerzas de venta van a tener que ajustarse a ese objetivo propio de la seguridad social. Al eliminar la oferta externa, al agente le será más difícil encontrar una herramienta de persuasión y, por lo tanto, lo que espera el regulador es que las aseguradoras, -que eventualmente tienen mucha fuerza de venta y que se reservaban para la "segunda vuelta" la mejora de la oferta-, estén obligadas a exponer su mejor oferta en el Scomp. Eso es bueno. Cuando uno se pregunta si el agente de venta agrega valor en la información, la verdad es que no lo puede hacer porque no está para informar, sino para vender. Él tiene un conflicto de interés en la lógica de asesoría, porque busca preferir la compañía con la cual está vinculado y que le va a pagar la comisión, por lo tanto ese intermediario, en sí mismo, no es asesor.

¿Justifica esto una intervención de la Fiscalía Nacional Económica?

No veo ningún tema de libre competencia. Esto tiene que ver con intermediación eficiente, pero no hay aquí colusión, ni uso de posición dominante. Creo que se metieron en un campo que debiera estar viendo la SVS.

El alto número de agentes de venta de algunas aseguradoras, ¿no favorece una posición dominante?

Este es uno de los mercados financieros mas fragmentados que existe, entonces es difícil hablar de posición dominante. Ahora, la FNE no ha dicho que vaya a presentar requerimientos, pero uno esperaría que estuviera en los mercados que tienen más que ver con sus posibilidades de intervención futura.

¿Debió corregirse antes el Scomp y no esperar más de una década?

Ninguna institución nace perfecta ni puede prever todos los eventos que van a manifestarse después. El sistema funcionó bastante bien y ha sido un tremendo avance, pero a la luz de la evidencia, lo que corresponde es poner los números sobre la mesa y corregir oportunamente, especialmente en el ámbito de la seguridad social en que la tolerancia a la falla del sistema es muy baja (...) Es correcto buscar siempre regulaciones que apunten al mejor beneficio de los pensionados, aún cuando eso implique cambios, pérdida o debilitamiento de los intereses económicos de los demás actores. Aquí no pueden estar los pensionados al servicio de las compañías o de los intermediarios, sino que debieran estar los intermediarios, las compañías y las AFP al servicio de los pensionados.

¿Qué más se puede mejorar?

Favorecería la opción del remate, que está en la ley pero es letra muerta, porque nadie lo promueve. Debe resucitarse porque es la posibilidad de hacer una segunda vuelta entre dos o tres compañías elegidas por la persona para que, definida la modalidad de pensión, ofrezcan su mejor pensión dentro del Scomp.