"Probablemente algún grado de desprolijidad pudo haber habido acá", con esas palabras el presidente del Consejo para la Transparencia, Alejandro Ferreiro, describió la decisión del gobierno, que ayer declaró inválido el proceso de licitación de litio, mediante el cual SQM se había adjudicado el primer contrato de operación del mineral. Sin embargo, afirmó que en este caso no había problemas de transparencia, sino que la falla había sido más bien administrativa.
"Aquí falló más la licitación que la transparencia. Finalmente se presentaron antecedentes y cuando se evaluaron esos antecedentes, probablemente no al adjudicarse sino que después, a la luz de algunas denuncias específicas, se comprobó que uno de los proponentes, el que había resultado beneficiado con la adjudicación, no cumplía con los requisitos generales para tener contratos con el Estado, que es el no tener litigios pendientes con él", explicó a periodistas.
Con todo, afirmó que lo que queda por transparentar tiene que ver con los argumentos para haber declarado la nulidad del proceso.
"Hay una duda de que si se declara inválida la licitación porque ningún proponente cumplía con las condiciones o si se ejerció una facultad que suelen tener los órganos que licitan que es poder declara desierto o invalida sin expresión de causa una licitación", esgrimió.