Decantamiento es la palabra que más repite el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, al referirse al acercamiento observado en los últimos días entre el gobierno y el sector privado, a propósito de la reforma tributaria. A días de que el proyecto inicie su segundo trámite legislativo -en el Senado-, el ánimo de uno y otro lado dista mucho de la tensión y declaraciones cruzadas que marcaron el debate en la Cámara de Diputados. "Tenemos ahora una conversación sin eslóganes", afirma, llamando a construir un "pacto social" en materia tributaria y educacional.
Sin embargo y más allá de esta nueva disposición, el subsecretario es categórico al momento de delimitar los espacios de negociación. Así, anuncia que el proyecto mantiene el concepto de rentas atribuidas -discutido por los privados y sobre el que expertos constitucionalistas han expresado sus reparos-, con un sistema de tributación integrado y la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT).
A diferencia de lo que sucedió durante el trámite en la Cámara Baja, en que el sector privado acusó falta de diálogo y poca apertura a cambios al proyecto, en los últimos días, los empresarios han valorado la disposición de Hacienda. ¿Qué cambió?
Toda reforma bien llevada tiene un proceso. Cuando ingresó el proyecto al Congreso se zanjaron algunas incertidumbres, pero también se generaron algunas reacciones generales, sin una lectura acabada. En cambio, ahora ha habido un decantamiento del proyecto, que ha sido más digerido por todos los actores.
Chile está en un momento clave de su historia y si logramos un pacto social en materia tributaria y educacional estaremos cambiando la cara a este país. Sería bueno para Chile tener un pacto que respalde la reforma tributaria. Estamos cerca de ese acuerdo, ya que nadie cuestiona la necesidad de una reforma tributaria para financiar una mejor educación y salud y tener una carga tributaria progresiva.
Lo bueno es que tenemos ahora una conversación sin eslóganes, con el proyecto más digerido y donde, finalmente, muchas de las dudas o sugerencias que se plantean pueden resultar atendibles.
¿Qué aspectos del proyecto son mejorables?
En el área de mercado de capitales, por efecto de la renta atribuida, habrá que hacer una serie de adecuaciones, para no generar efectos indeseados sobre algunos vehículos de inversión. La Ley Unica de Fondos y también las políticas previas apuntan a que los flujos paguen impuestos y que las ganancias de capital no lo hagan bajo ciertas condiciones. Pero con el proyecto, ahora los dividendos importan menos, porque vienen exentos de impuestos y lo relevante es la atribución de renta. Eso nos exigirá una serie de modificaciones en la regulación de mercado de capitales. Además, aún hay espacio para precisar más las atribuciones del SII y hacer un proceso más expedito cuando haya una objeción a una declaración de impuestos, con el objetivo de que haya instancias para buscar acuerdos antes de pasar a los tribunales tributarios. Otras adecuaciones también se pueden estudiar en materia de vivienda.
¿En qué ámbito específicamente?
Siempre dijimos que el objetivo es no afectar las viviendas con un costo inferior de construcción de 2.000 UF. Vamos a hacer todas las modificaciones necesarias para que esto se cumpla a cabalidad. En esto es importante aclarar que estamos hablando de costo de construcción, no del valor de venta del cliente. Si asumimos que el valor del terreno es cerca del 15% del valor de la vivienda y el margen y costo de las inmobiliarias es cercano al 20%, tendremos que incluso viviendas de hasta 3.200 UF podrían, eventualmente, acceder al beneficio. Estas son el 85% del total de viviendas transadas.
Se deduce que, más allá de esos perfeccionamientos, mantendrán la atribución de rentas para el paso a una tributación sobre base devengada y la eliminación del FUT...
Así es; hay perfeccionamientos, pero se mantendrá la renta atribuida en el proyecto. El tema de fondo es tener un sistema más progresivo, eliminando un diferimiento de impuestos a través del FUT, que hoy abre espacio a una serie de elusiones y que genera asimetrías entre la tributación de las rentas de capital y del trabajo. Eso se logra a través de las rentas atribuidas, por lo tanto, queremos y vamos a mantenerlo.
Hay expertos que habían planteado desintegrar la tributación de empresas y personas...
Ese fue un tema que evaluamos mucho en las primeras discusiones que tuvimos sobre el diseño de la reforma tributaria. De ahí surgieron dos conclusiones. Primero, el sistema integrado permite una progresividad mayor, ya que las rentas del capital pagan una tasa diferenciada, dependiendo del nivel de ingresos. Además y más importante, cuando se hacen políticas públicas hay que considerar que se parte desde un sistema. En este caso, era bastante más complejo modificar todo el régimen tributario, lo que generaba cambios mucho más estructurales.
Expertos constitucionalistas han expresado reparos a la renta atribuida y la Ocde también propone vías alternativas. ¿No les preocupa abrir otro flanco de críticas?
Tenemos la convicción, y así lo sugieren los análisis que hemos realizado, de que se trata de una norma que no tiene ningún problema de constitucionalidad. De hecho, cuando estuvimos en la Ocde hace algunas semanas, conversamos con sus especialistas tributarios sobre la atribución de rentas en un sistema integrado. Tuvimos una respuesta bastante positiva y todas las dudas quedaron aclaradas.
¿Pero no implica en la práctica pagar por rentas que un contribuyente podría no recibir nunca?
Con nuestra propuesta, nunca alguien va a sacar un peso de su bolsillo para pagar impuesto por rentas que no recibió. Efectivamente, las personas que al 31 de diciembre estén en la nómina de accionistas de una sociedad anónima abierta son a quienes se les va a atribuir una utilidad de la compañía. Pero en el peor de los casos, si esa utilidad atribuida ubica al contribuyente en la tasa máxima del impuesto global complementario, de 35%, ese monto ya va a estar cubierto por la empresa, que pagó un impuesto de primera categoría de 25%, más una retención de 10% a nombre del contribuyente. Por tanto, su deuda tributaria estará saldada. En todos los demás casos implica devolución de impuestos.
¿Pero podría generar un problema al flujo de caja de la empresa?
Efectivamente, ahí se ha generado alguna discusión. Esperamos que la devolución de impuestos por parte del SII sea rápida, de manera que la menor liquidez dure lo menos posible.
¿La retención adicional de 10% para las sociedades anónimas también se mantiene entonces en el proyecto?
El objetivo de esa retención es proteger al pequeño accionista. No es algo esencial ni estructural al proyecto que estamos proponiendo, sino que lo hacemos en el interés de que ese pequeño accionista nunca tenga que pagar impuestos por rentas que no ha recibido. Si alguien tiene una idea mejor, estamos abiertos a escucharla.
¿El FUT se elimina para todas las empresas?
Hay consenso en que la forma como se está entregando este subsidio al ahorro y la reinversión a través del FUT tiende a favorecer a unos pocos, que son las empresas más grandes. Es válido pensar en mecanismos para favorecer el emprendimiento, pero de manera más eficaz, para que cumpla el objetivo de beneficiar a las pymes. El FUT eso no lo logra.