A fines del año pasado, el senador del MAS por el Biobío, Alejandro Navarro, conversó con el timonel del PS, Osvaldo Andrade, sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo para buscar su reelección en un pacto amplio de oposición.

Navarro -quien aún espera que se concrete un acercamiento más formal- sostiene que un acuerdo parlamentario amplio es clave para asegurar la gobernabilidad de una nueva administración de Michelle Bachelet.

¿Cuáles son sus condiciones para sumarse a la firma de un compromiso con miras a las parlamentarias, presidenciales y el programa?

Lo primero es la conformación de una coalición, y al calor de esa conformación va a estar el programa de gobierno. Estamos a menos de un año de la elección presidencial y eso debiera ser la fórmula más pragmática para derrotar a la derecha y obtener la mayor cantidad de doblaje.

¿Hay disposición en el MAS para suscribir ese compromiso?

Estamos disponibles para trabajarlo. Creo que todos los sacrificios son necesarios, la experiencia de cuatro años de gobierno de derecha es más que suficiente.

¿Asume que este acuerdo tiene como objetivo principal instalar a Bachelet en La Moneda?

Creo que la CEP no es suficiente para convencer a Bachelet, quien tiene asegurada la electividad; su problema es la gobernabilidad. Si va a tener o no un Parlamento para hacer los cambios que la ciudadanía demanda, y el riesgo es enorme. Un gobierno de Bachelet sin mayoría parlamentaria es un gobierno de alta fragilidad, de resultado incierto, y ni Escalona ni Andrade, Walker, Gómez ni Quintana están en condiciones de garantizarle esa mayoría.

En 2008, usted renunció al PS e inició un camino propio. ¿Qué diferencia hay hoy respecto a ese escenario para que se haya decidido a iniciar conversaciones con la Concertación?

Teníamos claro que la Concertación está agotada y ese agotamiento se ha agudizado, pero también tenemos claro que levantar una nueva opción requiere de la Concertación, no es sin la Concertación. Reitero: la electividad está garantizada, la gobernabilidad es la incertidumbre. Y, por lo tanto, la posibilidad de un pacto de gobierno surge como una variable potente. O sea, en un pacto de una naturaleza, nosotros quisiéramos tener ministros, porque queremos responsabilizarnos del proceso.

Algunos sostienen que su interés es particular, debido a que enfrenta una reelección que se hace cuesta arriba si no va en un pacto amplio...

Cada cual va a pensar legítimamente en sus intereses, y creo que la DC en mi región piensa legítimamente en una candidatura propia. Ellos tienen dos senadores en ejercicio y hay quienes piensan que esa electividad está garantizada en tres listas. Es decir, una lista de la derecha, una lista de la Concertación, dejando fuera a Navarro, que tiene las posibilidades de perder. Lo que nosotros hemos dicho es que estamos preparados para competir en esas tres alternativas, y creo que ir en tres listas es regalarle un senador a la derecha y dejar fuera la gobernabilidad para Bachelet. O sea, para qué queremos ser gobierno si no vamos a poder hacer los cambios.

¿Cuán incierta es su candidatura en la región si es que compitiese por fuera?

Veinte años son factor de desgaste en cualquier gobierno y en cualquier candidatura. Yo sigo manteniendo la primera mayoría en las encuestas regionales desde hace cuatro o cinco años, a pesar de que he tenido una baja. Se introduce un factor de riesgo porque se divide la votación.

La posibilidad claramente es mayor de una reelección por dentro que por fuera, ¿no es así?

Quienes dicen que Navarro garantiza su electividad yendo en una lista de la Concertación porque le va a ganar a su compañero, porque unidos con la Concertación vamos a estar sobre el 50%, pero no sobre el 66%, han leído las encuestas. Leyeron la elección pasada, donde yo fui primera mayoría nacional con 42%. Sin embargo, las cosas han variado, el voto voluntario ha introducido variables que sólo se dilucidan en las elecciones. Estamos preparados para competir a tres bandas y estamos trabajando para el peor escenario, y eso significa mayores esfuerzos y los estamos haciendo. Estamos dispuestos a competir a tres bandas, por irracional que ello sea.