"Los premios tendrán que llegar rápido", bromeó Alejandro Sanz durante la conferencia de prensa que dio esta tarde en uno de los salones del Hotel Sheraton Miramar. "A a la cuarta canción tendré que ganar la primera antorcha", insistió el cantante español que mañana abrirá la última jornada del Festival de Viña.

Sanz, además, adelantó que su show tendrá una duración de 90 minutos -tiempo pactado con la organización-, aunque no descartó la posibilidad de alargar su actuación si el público se lo pide.

El intérprete, además, confirmó que a su llegada a Chile le envió un mensaje a Iván Zamorano para que juntos presenciaran esta noche el espectáculo de Sting, pero que hasta ahora no ha recibido respuesta del ex capitán de la Selección.

"No me ha escrito todavía, quizás por el partido Chile-España en el Mundial, no me habla desde entonces. Me dio mucha lata con eso", dijo entre risas.

El hispano, que llega a Viña por tercera vez, aprovechó de destacar al certamen como "el único festival realmente grande que queda", algo que según él se debe a la "idiosincracia" de los chilenos: "Ustedes se han encargado de mantenerlo vivo todos estos años, parecía que se moría, que se quedaba viejo, antiguo (...) Ustedes los chilenos tienen que manterlo así, cuídenlo".

En su despedida, el autor de "Amiga mía", destacó que se encuentra trabajando en una nueva producción musical, pero que por ahora no puede dar detalles del material.