El matrimonio alemán secuestrado por los rebeldes islamistas de Abu Sayyaf en Filipinas y amenazado con ser decapitados rogó hoy al Gobierno de su país y al pueblo filipino que hagan "todo lo posible" para lograr su liberación.

"Le ruego a mi Gobierno y al pueblo de Filipinas que haga todo lo posible para que mi esposa y yo seamos puestos en libertad", dijo el alemán Stefan Vikto Okonek, de 74 años, en una entrevista con la emisora Radio Mindanao Network efectuada el sábado pasado y difundida hoy.

Okonek fue secuestrado junto a su pareja, Henrike Dielen, de 55 años, el pasado mes de abril, cuando navegaban por el sur de Filipinas por rebeldes de Abu Sayyaf, que piden 5,6 millones de dólares y que Alemania deje de apoyar la ofensiva de Estados Unidos contra el Estado Islámico (EI). 

"No me han dado ningún medicamento y mi situación no mejora. Estoy muy débil y me tienen encarcelado. Es una situación terrible", añadió el rehén durante la entrevista.

Dielen, por su parte, destacó que "la situación empeora cada día" y que su marido "duerme mucho". 

"Trato de mantenerle arropado para que no tenga frío, y eso es todo lo que puedo hacer", explicó la mujer, quien mostró también su confianza en que "se esté haciendo todo lo posible" para lograr su liberación.

Ambos pidieron ayuda a su Gobierno hace una semana y destacaron las malas condiciones en las que se encuentran.

El jueves pasado, el grupo rebelde vinculado a Al Qaeda, y que este año se declaró seguidor del Estado Islámico, retrasó la fecha de su ultimátum desde el 10 al 17 de octubre, cuando dijeron que decapitarán a uno de los dos rehenes si sus demandas no se han cumplido. 

Berlín y Manila mantienen su política de no negociar con terroristas, mientras que el Ejército de Filipinas ha reforzado la presencia de sus tropas en la isla de Sulu, donde se cree que Abu Sayyaf retiene al matrimonio alemán.

Abu Sayyaf, formado por unos 400 rebeldes, tiene en su poder a otros dos europeos, un holandés y un suizo, desde febrero de 2012, además de un guardacostas de Malasia y a una mujer china y su hija. 

Esta banda fue creada en 1991 por un puñado de ex combatientes de la guerra de Afganistán contra la antigua Unión Soviética y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en Filipinas y numerosos secuestros con los que se financia.