El seleccionador de Alemania, Joachim Löw, que ganó el título de la Copa del Mundo en Brasil 2014, compartió el trofeo con los hinchas germanos que se juntaron en Berlín para recibir al equipo al declarar "todos somos campeones del mundo". Fue una fiesta muy alejada del habitual prejuicio de frialdad que cae sobre los alemanes. Los jugadores, cantaron, bromearon y bailaron.
"Debo agradecer a todos los hinchas en Alemania. Sin ustedes no estaríamos acá. Todos somos campeones del mundo", afirmó Löw desde el escenario montado delante de la Puerta de Brandeburgo, frente a más de 250.000 personas que deliraron con la llegada de sus estrellas que le dieron al país su cuarta corona mundial.
Vestidos con pantalones deportivos y camisetas negra con un gran número uno delante, los jugadores de la "Nationalmannschaft" se presentaron luego sobre un escenario de unos 30 metros de largo instalado delante de la Puerta de Brandeburgo.
Bastian Schweinsteiger apareció envuelto en una bandera alemana, dijo unas palabras y luego fueron pasando sus otros compañeros, hasta que por fin salió a escena el capitán de la Mannschaft, Philipp Lahm, quien levantó el trofeo delante de una multitud que vibró como nunca en los últimos 24 años, desde aquel último título mundial en Italia 1990.
"Desde que era un niño que sueño con esto", declaró Lahm, agradeciendo al público por su enorme apoyo.
Los jugadores también rindieron homenaje a Miroslav Klose, quien a sus 36 años se convirtió en el máximo artillero de la historia de los Mundiales (16 goles). "Miro Klose, Miro Klose", cantaron frente a un público que les festejó todo tipo de bromas que hicieron los futbolistas en el escenario.
"Esto es genial, es un momento increíble", dijo el atacante Lukas Podolski. "Estamos muy orgullosos de lo que hemos hecho. Por fin hemos ganado (la Copa del Mundo). Estamos orgullosos de los hinchas", señaló por su parte el defensor Peer Metersacker.
Uno de los más esperados fue Mario Gotze, autor del tanto que dio el título a la Mannschaft el domingo en Rio ante Argentina (1-0 en alargue). "Es un sueño", dijo el jugador de 22 años del Bayern Múnich.
"Buenos días Berlín, estoy orgulloso de ser berlinés", exclamó el defensa Jérôme Boateng, quien creció en la capital y eligió jugar por la Mannschaft, mientras su hermano Kevin-Prince optó por Ghana, país de su padre.
La canción que los jugadores alemanes le dedicaron a Argentina