El 19 de diciembre del 2016, el mercado navideño de Berlín fue el nuevo blanco del Estado Islámico para realizar un atentado, en donde un joven tunecino de 24 atacó con un camión a los asistentes dejando a 12 muertos, quien posteriormente fue identificado como Anis Amri.

Autoridades preocupadas por la seguridad de los ciudadanos, dieron a conocer ayer una lista de 224 personas identificadas como islamistas "potencialmente peligrosos" que viven en territorio alemán. Amri en febrero del año pasado había sido clasificado en esta categoría, según indica El País.

El atentado de Berlín abrió un nuevo debate en Alemania para crear un nuevo sistema de seguridad. Es por esto que el ministro del Interior, Thomas de Maizière, presentó una reestructuración de las policías y servicios secretos.

En este sentido, la autoridad propuso que el Gobierno federal asuma competencias de seguridad que actualmente se encuentran en manos de los Estados. De esta manera, se pretende aumentar la eficiencia en la lucha contra el terrorismo, el control de la inmigración y los ciberataques.

A pesar de que esta medida cuenta con el apoyo de la canciller, Ángela Merkel, ha generado un amplio rechazo dentro de los socialdemócratas, oposición de verdes, poscomunistas, socialcristianos bávados e incluso de diversos representantes de la Unión Cristianodemócrata, partido al que pertenece la canciller y el ministro de Maizière, explica El País.