El gobierno alemán decidió cerrar hasta nuevo aviso su embajada en Sanaa, debido a la grave situación interna en Yemen, que ayer vivió la jornada más conflictiva luego del ataque a la residencia presidencial de Ali Abdullah Saleh, quien resultó herido.

El ministro del Exterior germano, Guido Westerwelle, hizo el anuncio durante su visita oficial en Vietnam. Los últimos días sólo permanecía en la embajada un pequeño grupo de trabajadores y en total hay 30 personas de nacionalidad alemana en el país más pobre de la península Arábiga, añadió el ministro.

Westerwelle condenó la violencia en el país y reclamó a Saleh que renuncie.

A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, instó a los británicos en Yemen a que tomen un vuelo regular "mientras haya". "En esta difícil situación de seguridad es muy poco probable que el gobierno británico pueda sacar del país a los ciudadanos británicos", dijo Hague. En Yemen residen varios cientos de británicos.

CONFUSION
En tanto, tras el intento de atentado contra Saleh, hay informaciones contradictorias sobre el estado de salud del mandatario yemení de 69 años y su paradero. La televisión Al Arabiya informó hoy que el gobernante voló a Arabia Saudita para recibir tratamiento médico, pero el gobierno lo niega. Por ahora no hay una confirmación oficial de Arabia Saudita o de Yemen. La agencia de noticias yemení SABA tan sólo informó que varios miembros destacados del gobierno fueron trasladados al Arabia Saudí para recibir asistencia médica.